El reciente lanzamiento de DeepSeek, un asistente de inteligencia artificial (IA) de código abierto con mayor eficiencia energética y menores costos de mantenimiento, generó un intenso debate en el sector tecnológico argentino. Mientras algunos lo ven como una oportunidad para democratizar el acceso a la IA, otros advierten que este avance podría complicar los planes del presidente Javier Milei de posicionar a Argentina como un polo mundial de inteligencia artificial.
DeepSeek promete una reducción significativa en la demanda de energía gracias al uso de microprocesadores de bajo costo y técnicas más eficientes en el procesamiento de datos. “DeepSeek irrumpió en el campo de la Inteligencia Artificial con una propuesta disruptiva, con impacto significativo en los mercados y en las empresas que lideran el sector, como NVIDIA”, explicó la consultora argentina Outlier. Según un informe de esta firma, el desarrollo de DeepSeek redujo los costos de entrenamiento de modelos de IA, afectando las expectativas sobre la demanda de hardware especializado, como las unidades de procesamiento gráfico (GPU).
El impacto de esta tecnología va más allá del sector privado, ya que podría alterar la estrategia del Gobierno argentino para atraer inversiones basadas en infraestructura energética y desregulación. Demián Reidel, asesor presidencial, había destacado el potencial del sur argentino para instalar grandes datacenters aprovechando las condiciones climáticas y la infraestructura energética. Sin embargo, Martín Genero, socio de Clave Bursátil, opinó que DeepSeek podría cambiar las reglas del juego: “El paradigma anterior era que entrenar IA consumía mucha energía, lo que justificaba la construcción de reactores nucleares junto a servidores. DeepSeek pone en crisis ese modelo al demostrar que, con software más eficiente, la energía necesaria es mucho menor”.
A pesar de estas advertencias, algunos especialistas ven en esta irrupción una gran oportunidad para el ecosistema local de IA. Matías Karlsson, ingeniero y especialista en inteligencia artificial, afirmó: “Al impulsar modelos open source, DeepSeek facilita que investigadores y startups locales puedan basarse en estos desarrollos sin partir de cero”. Si bien el impacto a largo plazo aún está por verse, Karlsson considera que “la competencia fomenta la innovación y reduce las barreras de entrada al sector”.
El debate está lejos de cerrarse. Mientras el Gobierno redefine su estrategia para atraer inversiones, la comunidad tecnológica celebra la llegada de DeepSeek como un paso clave hacia la democratización de la inteligencia artificial. Sin embargo, las dudas sobre la sostenibilidad del proyecto y su verdadero impacto en el mercado energético seguirán marcando la agenda en los próximos meses.