En una reunión significativa que unió a aproximadamente 35 curas pertenecientes a la organización Opción por los Pobres (OPP) en diversas regiones de Argentina, se emitió un llamado a la reflexión sobre la memoria histórica y los desafíos económicos actuales del país. Este encuentro tuvo lugar en Villa Allende, Córdoba, donde los sacerdotes se reunieron para discutir la relación entre la fe y la política, centrándose en las realidades de las comunidades y buscando comprender sus preocupaciones y esperanzas.

En un comunicado conjunto, los sacerdotes de OPP hicieron hincapié en la importancia de recordar y no olvidar los períodos oscuros de la historia argentina, especialmente el terrorismo de Estado. Además, resaltaron los devastadores efectos de los planes económicos pasados, como la “dolarización encubierta” de los años ’90 y el “reiterado sometimiento” impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los curas expresaron su preocupación por la falta de memoria y el “negacionismo” presente en algunos candidatos de la ultraderecha que buscan seducir a sus electores. Subrayaron la importancia de recordar los momentos críticos de la historia económica del país, incluyendo la convertibilidad de Domingo Cavallo y su desenlace trágico en 2001. También criticaron la persistente influencia del FMI en las políticas de ajuste, hambre y colonialismo.

En medio de la creciente insatisfacción popular y el resurgimiento de lemas como “que se vayan todos”, los curas destacaron que esta actitud es engañosa y que la verdadera raíz de los problemas no reside únicamente en la clase política, sino también en las corporaciones empresariales que ejercen una influencia significativa en el país. Además, defendieron la existencia de políticos y funcionarios honestos que aún luchan por el bien común a pesar de las dificultades.

Los sacerdotes de OPP concluyeron su comunicado llamando a combatir la “mala política” con un proyecto de gobierno que atraiga y comprometa a las mayorías. Abogaron por un Estado que promueva la igualdad de oportunidades y esté al servicio del bien común, en contraposición a intereses económicos estrechos. En última instancia, enfatizaron la importancia de evitar caer en promesas ilusorias y falsos mesías, abogando en su lugar por un enfoque que respalde los derechos fundamentales de todos los ciudadanos en su vida cotidiana.