El Gobierno nacional desembolsó un adelanto de dos millones de dólares para la adquisición de tres locomotoras diésel-eléctricas a la empresa china CRRC International, según informó la Secretaría de Transporte. Esta compra, la primera desde 2013, forma parte de un plan más amplio para mejorar la seguridad y optimizar el servicio de la línea San Martín, que actualmente opera con diagramas de emergencia debido a la falta de máquinas.
La declaración de la Emergencia Ferroviaria, vigente desde junio tras un accidente en la línea San Martín que dejó más de 90 heridos, impulsó inversiones significativas. “Se llevan invertidos más de $20.000 millones en la compra de nuevo material rodante y repuestos para actualizar los planes de mantenimiento atrasados”, señaló el secretario de Transporte, Franco Mogetta. El accidente, ocurrido el 10 de mayo en Palermo, se debió a un sistema de señalamiento inoperativo por el robo de cables, una situación previamente denunciada por el gremio de maquinistas La Fraternidad.
Además de las locomotoras, el Gobierno anunció un acuerdo con CRRC SIFANG para adquirir repuestos destinados a las líneas Roca, Sarmiento y Mitre. “Acordamos una partida por US$130 millones para la compra de repuestos y otros insumos, además de la adquisición de 150 coches de pasajeros (50 triplas DMU) para fortalecer los servicios ferroviarios”, expresó Mogetta en redes sociales. Los repuestos incluyen bogies, sistemas de tracción, frenos y materiales para cabinas y salones de pasajeros. Según Transporte, “el 75% de los trenes de las líneas Roca, Sarmiento y Mitre presentan retrasos en su mantenimiento, resultado de años de inacción”.
El plan también contempla la reparación de 24 locomotoras de la línea San Martín y la modernización de talleres ferroviarios, como los de Victoria, Tolosa, Villa Luro y Tapiales. Entre las mejoras se incluye la llegada de nuevos equipos, como puentes grúa y tornos verticales, esenciales para realizar tareas complejas. “Estamos administrando un sistema ferroviario que estaba en condiciones nefastas, abandonado y bastardeado por años”, afirmó Mogetta.
Con estos avances, el Gobierno busca no solo recuperar la operatividad del sistema ferroviario, sino también fomentar la producción nacional, ya que una parte de las inversiones, $6.500 millones, se destinaron a materiales fabricados localmente. Estas medidas se presentan como fundamentales para garantizar un servicio seguro y eficiente, tras años de deterioro y falta de mantenimiento.