El dólar oficial registró una apreciación cercana al 4% en las primeras ruedas de julio y superó por primera vez la banda media de flotación impuesta por el Gobierno, encendiendo las alarmas en la City y marcando lo que podría ser un punto de inflexión en el programa cambiario de Javier Milei. En medio de un escenario financiero más volátil, esta semana el Ejecutivo enfrentará dos desafíos decisivos: el pago de más de US$4.200 millones en vencimientos de deuda con bonistas, y la finalización de las Letras de Financiamiento (LEFI), en la antesala de un cambio profundo en la política monetaria.
El viernes pasado, el tipo de cambio oficial cerró en $1.260 en las pantallas del Banco Nación, un nuevo máximo desde que se levantó el cepo. Este valor quebró el “medio de la banda” establecida entre los $1.000 y $1.400 por el equipo económico liderado por Luis Caputo. El economista Fernando Marull advirtió que “las luces se las llevó el dólar”, y explicó que su suba respondió a la combinación de mayor demanda, menor tasa de interés y los efectos del pago de bonos. “El oficial subió a $1.230 y el CCL a $1.240, por encima de la banda media de $1.205, algo que no pasaba desde abril”, sostuvo.
El miércoles 24 será el primer gran test: el Tesoro deberá afrontar un vencimiento de US$4.200 millones, principalmente de los bonos AL30 y GD30. A pesar de que el Ministerio de Economía aseguró contar con US$4.500 millones para cubrir la obligación —recursos ya contabilizados dentro de las reservas del Banco Central—, el impacto neto en las arcas dependerá de si los bonistas que cobran son residentes o extranjeros. En este contexto, la revisión pendiente del Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue sin aprobarse, y el cumplimiento de la meta de reservas parece cada vez más lejano, pese al ingreso de dólares del agro y de organismos internacionales.
Además, el fin de las LEFI, previsto para el 10 de julio, aceleró los movimientos del mercado. Este instrumento que mantenía inmovilizados $13,8 billones en manos de los bancos dejará de renovarse, por lo que el Tesoro espera absorber parte de esa liquidez en la licitación que abrió este lunes. “La licitación se da en la antesala del vencimiento de las LEFI del 17 de julio y podría generar una fuerte recomposición de cartera hacia instrumentos de corto plazo”, señalaron desde Aurum. A su vez, el Gobierno busca refinanciar vencimientos por otros $29 billones.
En la City, operadores también explican que el pago del aguinaldo incentivó la demanda minorista de dólares, en un contexto donde la flexibilización cambiaria permite mayor acceso al mercado. Además, se registró una caída en las tasas de interés en pesos, que desalentó el ahorro en moneda local: “La caución descendió a 23,1% TNA, 10 puntos menos que dos semanas atrás”, detallaron en GMA Capital. Y aunque la presión sobre el tipo de cambio responde a múltiples causas, no se descarta la intervención oficial. “El Tesoro compró US$200 millones en el MLC hace dos semanas, en la primera operación de este tipo en lo que va del mandato”, señalaron.
El segundo semestre se presenta, según analistas, con mayores riesgos. “Históricamente, el segundo semestre suele traer más volatilidad por el calendario electoral. En los años electorales, el 61% del movimiento del dólar contado con liquidación ocurre en esta mitad del año”, explicaron desde GMA. Y concluyeron: “A eso se suma el riesgo latente de menor ingreso de divisas, ya que el ‘trimestre de oro’ del agro ha quedado atrás”. El mercado, expectante, mira cada señal oficial.





