Un escándalo por presunto conflicto de interés sacude al Banco Nación y genera tensión dentro del propio oficialismo. La controversia involucra una operación de compra de bonos de la petrolera Aconcagua Energía, autorizada por la entidad en febrero de 2024, y en la que participó una financiera relacionada con Ignacio Tillard, hijo del presidente del banco, Daniel Tillard. La transacción, que terminó siendo ruinosa para el banco estatal, fue denunciada públicamente por el diputado peronista Carlos Cisneros, quien calificó la maniobra como “un gran conflicto de interés”.
“Como mínimo hubo un conflicto de interés grande”, advirtió Cisneros, y sostuvo que la operación se habría impulsado “desde una línea gerencial” de la entidad que luego se opuso a la colocación. “Ignacio le hace comprar una obligación negociable al banco. Y no fue gratis, seguramente se llevó su buena comisión”, afirmó el legislador tucumano. La emisión fue colocada por nueve entidades financieras, entre ellas Max Capital, sociedad de bolsa de la que Tillard hijo era socio y director al momento de la transacción. Poco después de la operación, Aconcagua Energía entró en default, lo que derivó en pérdidas para el Banco Nación.
El caso tomó mayor relevancia en un contexto sensible: mientras el Gobierno insiste en privatizar el Banco Nación, excluido por ahora de la Ley Bases, Cisneros cuestionó la narrativa oficial que lo califica como obsoleto. “El Nación es altamente rentable”, sostuvo. También cuestionó la actitud del presidente del banco, al señalar que si “se volvió exigente y moralista con los bancarios” y promueve la privatización, “el Gobierno no debería pasar por alto una situación como esta”.
Desde el Banco Nación intentaron restarle importancia al episodio, al asegurar que “la operación fue mínima”, de unos USD 340 mil, y que “pasó por todos los niveles de autorización”. Agregaron que el Directorio estaba al tanto, y que incluso una denuncia anónima fue desestimada por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Sin embargo, fuentes internas reconocen malestar y cuestionan que Ignacio Tillard haya sugerido una cartera de inversión riesgosa que terminó perjudicando los intereses del banco.
La operación también tuvo consecuencias institucionales. La financiera Max Capital dejó de participar en operaciones con el Banco Nación. En un comunicado, la empresa intentó despegarse del conflicto: “Nuestra orden representó menos del 1,5% del total emitido por la empresa y no recibimos trato preferencial”, señalaron. Además, precisaron que la comisión percibida fue del 1% sobre el monto adjudicado, es decir, unos USD 4.000 brutos, pagados por Aconcagua Energía, no por el Banco Nación.
Respecto al rol de Ignacio Tillard, Max Capital informó que renunció como director en mayo de 2024, tres meses después de la operación en cuestión. Pese a esto, el escándalo no solo generó incomodidad dentro del Banco Nación, sino también en las filas libertarias, donde algunos sectores exigen mayor transparencia y coherencia con el lema de campaña de Javier Milei: “El que las hace, las paga”.