El Banco Central eliminó el plazo mínimo de permanencia para capitales extranjeros y busca atraer dólares financieros

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este jueves una importante flexibilización del cepo cambiario para los inversores extranjeros, al eliminar el plazo mínimo de permanencia de 180 días que regía para el ingreso de capitales destinados a la compra de activos financieros argentinos. La medida, oficializada mediante la Comunicación A 8257, forma parte del paquete de medidas impulsado por el Gobierno para atraer dólares a través de la colocación de deuda y reforzar las reservas sin que el Central intervenga en el mercado cambiario.

“Los inversores no residentes van a poder entrar y salir sin plazos mínimos de estadía”, confirmaron desde el equipo económico. La decisión apunta a facilitar la participación de fondos del exterior en licitaciones como la del bono Bonte 2030, que el Ministerio de Economía ofrecerá este viernes con una nueva tanda por US$ 500 millones. La eliminación de trabas también alcanza a la restricción cruzada que impedía a los no residentes operar en ciertos instrumentos sin tener posiciones previas, y permite a los inversores repatriar utilidades, rentas y capital sin los condicionamientos anteriores.

En paralelo, la Comisión Nacional de Valores (CNV) amplió las excepciones al tope diario de $200 millones para la transferencia de valores negociables al exterior, permitiendo a los fondos del exterior operar por montos mayores y facilitar la venta de bonos en dólares fuera del país. Las autoridades monetarias confirmaron que estas medidas buscan robustecer la emisión futura de deuda en dólares, con un techo mensual de hasta US$ 1.000 millones, dentro de una estrategia que también incluye el préstamo REPO con bancos internacionales por hasta US$ 2.000 millones cerrado esta semana.

El titular del BCRA, Santiago Bausili, defendió la medida al afirmar que el endurecimiento del cepo “había dejado de ser una herramienta para contener capitales y se había convertido en una barrera para atraerlos”. En una entrevista reciente, sostuvo que “el cepo hizo que nadie tenga el incentivo para entrar”, y explicó que la nueva política “preserva el equilibrio macroprudencial” al priorizar un esquema que no fomente el ingreso de capital especulativo de corto plazo. “Nos gusta preservar un mercado financiero estable para canalizar los ahorros”, remarcó.

Sin embargo, no todos los analistas comparten el optimismo oficial. Algunos economistas advierten que esta apertura podría derivar en mayor volatilidad financiera. “El riesgo es que entren flujos que después se te van. Estás reconociendo que necesitás comprar dentro de la banda y que necesitás reservas”, advirtió Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier. Otros rememoran la crisis de las Lebac en 2018, cuando una reversión abrupta del carry trade generó una fuerte corrida cambiaria. “El mercado puede darse vuelta y los fondos salir de un día para el otro”, expresó en reserva un banquero.

Desde Nueva York, sin embargo, las medidas fueron bien recibidas. “Algo de inversión va a haber, todo ayuda. ¡Dieron un bono en el menú para cada gusto!”, comentaron desde un banco de Wall Street. El Gobierno apuesta a que la combinación de reapertura financiera, incentivos al capital extranjero y control fiscal permita sortear los meses críticos con menor liquidación del agro y evitar presiones cambiarias previas a las elecciones de octubre.