El agro aportará US$ 3.300 millones en el primer semestre y mejora su recaudación pese a precios bajos

El sector agroindustrial argentino cerrará el primer semestre de 2025 con una recaudación estimada de US$ 3.300 millones en concepto de derechos de exportación (DEX), lo que representa un crecimiento del 25% respecto al mismo período del año anterior. Así lo indica un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que atribuye este repunte a un marcado incremento en los volúmenes exportados, a pesar de que los precios internacionales siguen en baja y las alícuotas se mantuvieron reducidas durante este tramo del año.

Según el relevamiento, las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) alcanzarían las 53 millones de toneladas en los primeros seis meses del año, lo que implica un salto interanual del 60%. La BCR resalta que este comportamiento está vinculado a un cambio en los patrones comerciales: “El cambio en los patrones de comercialización ha sido determinante para este repunte en la recaudación”, afirma el informe. En contraste con años anteriores, cuando era habitual registrar anticipadamente ventas de futuras campañas, en 2024 y 2025 se privilegió la inscripción de exportaciones del ciclo en curso, lo que permitió que esos tributos ingresaran efectivamente al fisco durante este ejercicio.

De sostenerse esta dinámica, la recaudación anual podría alcanzar los US$ 6.500 millones, superando por más de US$ 1.000 millones el aporte de 2024, aunque todavía por debajo de los niveles alcanzados en los años récord de 2021 y 2022, cuando los precios internacionales jugaron a favor. El complejo sojero continuará siendo el principal sostén de este ingreso, con una estimación de US$ 5.140 millones, lo que representa el 80% del total. Dentro del rubro, los subproductos de la soja lideran el aporte con US$ 2.760 millones, seguidos por el aceite (US$ 1.700 millones) y el poroto (US$ 600 millones). El mayor crecimiento interanual se observa precisamente en el aceite, impulsado por una mejora sostenida en los envíos al exterior.

Por el momento, el Gobierno decidió mantener la reducción de las alícuotas para el trigo y la cebada hasta el 31 de marzo de 2026, con una carga del 9,5%. Sin embargo, ya anticipó que a partir del 1 de julio se revertirá la baja para el resto de los cultivos, incluyendo soja, maíz, sorgo y girasol. En ese contexto, el buen desempeño del primer semestre cobra aún más relevancia: marca un piso de recuperación en un año atravesado por tensiones macroeconómicas, políticas fiscales en revisión y condiciones globales poco favorables.

El informe de la BCR concluye que, pese a los desafíos, el agro vuelve a demostrar su papel central como motor de divisas para el país. La mejora en las cantidades exportadas y un ajuste en la lógica de comercialización permiten vislumbrar un 2025 con mejores perspectivas fiscales para el Estado nacional.