El juez federal Ariel Lijo presentó una solicitud de licencia extraordinaria ante la Cámara Federal, justificando su decisión de no renunciar a su cargo en lugar de asumir como miembro de la Corte Suprema. En un escrito de solo dos páginas, Lijo explicó que la razón de su solicitud radica en la “falta de estabilidad” en su nueva designación. La solicitud fue aprobada este miércoles por la Cámara Federal porteña, que ahora remite el caso a la Corte Suprema para que determine si le concede la licencia para asumir en el máximo tribunal.
En el documento, Lijo destaca que su nombramiento como juez de la Corte, a través del Decreto 137/2025, carece de estabilidad, lo que lo lleva a solicitar una licencia sin goce de haberes en su actual cargo como juez federal. El magistrado se ampara en una norma reglamentaria contenida en la Acordada 34/77 de la Corte Suprema, que establece que los jueces de primera instancia pueden solicitar licencias extraordinarias cuando son designados para funciones superiores de gobierno sin estabilidad. Según Lijo, la situación de incompatibilidad que se genera por la nueva designación justifica esta solicitud, y no la necesidad de renunciar a su despacho de más de veinte años.
Este conflicto surge en un contexto marcado por la aceleración del proceso de designación de Lijo por parte del Gobierno, debido a la dilación en el Senado. El Ejecutivo criticó la falta de avance en la discusión del pliego en la Cámara Alta, donde el magistrado debía reunir 48 votos para obtener el respaldo necesario. En este marco, la designación por decreto y la solicitud de licencia de Lijo han generado debate, con algunas voces en el ámbito judicial que consideran que debería renunciar a su puesto en Comodoro Py. Sin embargo, otros sectores, especialmente en los Tribunales de Retiro, respaldan la decisión de solicitar una licencia extraordinaria.
La Cámara Federal porteña envió la solicitud de licencia a la Corte Suprema para su revisión. Fuentes judiciales indicaron que el máximo tribunal tiene la facultad de otorgar o no la licencia, ya que se trata de una licencia extraordinaria que supera los seis meses de duración. La decisión de la Corte podría marcar el próximo paso en el proceso que llevará a Lijo a asumir como ministro del máximo tribunal, una cuestión que aún está en manos de los jueces del tribunal, quienes tomarán la última palabra en el caso.
