Tras la polémica desatada por la vinculación del presidente Javier Milei con una iniciativa cripto cuestionada, el Gobierno salió en bloque a respaldarlo. Luego de que el mandatario diera su versión en una extensa entrevista, miembros de su Gabinete ratificaron su confianza en su integridad y minimizaron el impacto político del caso.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue uno de los primeros en expresar su apoyo incondicional al Presidente. “La gente juzgará, yo lo conozco hace muchos años y no he conocido una persona más honesta que él”, afirmó en diálogo con radio Mitre. Además, descartó cualquier irregularidad en el accionar de Milei y destacó que su patrimonio será prueba de su honestidad. “Se va a ver cuando deje su función y cuando se mire su patrimonio, el que tenía y el que tenga cuando deje su función. No va a ser como otros funcionarios, que empezaron con cero y terminaron con miles de millones de pesos”, agregó.
Francos también consideró que el impacto político del escándalo será pasajero. “Hoy puede ser que esto sea un impacto transitorio, más allá de que siempre la política, al no poder frenar el crecimiento de Milei por sus éxitos económicos, busca por donde entrarle”, sostuvo. En ese sentido, desestimó los pedidos de investigación en el Congreso y los intentos de sectores opositores de avanzar con un juicio político: “Son cosas lógicas en la política y no las cuestiono, pero saben que no van a tener eco”.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, también salió en defensa del mandatario y aseguró que “la credibilidad del Presidente es inobjetable”. Para el portavoz, Milei no está golpeado por el escándalo, ya que “tiene un valor que es la palabra, y lo cumplió siempre. Eso duele, molesta”. Además, insistió en que el mandatario actuó “de buena fe” al difundir el proyecto cripto en cuestión, el cual es señalado como una posible estafa.
Sobre el impacto del caso en el ámbito internacional, Adorni descartó consecuencias significativas. “No habrá repercusiones reales en el exterior por esto”, afirmó, y minimizó la relevancia del escándalo. “Es un tema del círculo rojo, a la gente le importa vivir sin inflación”, concluyó.
