Con el objetivo de evitar una victoria parlamentaria de Javier Milei, los senadores del peronismo trabajan para mantener la realización de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), aun cuando las posturas dentro del bloque de Unión por la Patria se encuentran divididas. A menos de tres semanas de la votación, los referentes del espacio intentan concentrar el debate en el costo político de otorgarle al Gobierno el control del calendario electoral, en lugar de discutir la conveniencia de la medida en cada provincia.
La estrategia responde a la última jugada de Cristina Kirchner, quien ya había instruido a los legisladores de su sector en la Cámara de Diputados para que rechazaran el proyecto. Sin embargo, la votación expuso fracturas internas: mientras que Máximo Kirchner y los más cercanos a la ex presidenta se opusieron, otros legisladores se abstuvieron o directamente avalaron la suspensión, en especial aquellos alineados con gobernadores como Gerardo Zamora y Raúl Jalil. El Frente Renovador también apoyó la eliminación de las primarias, lo que debilitó la resistencia dentro del peronismo.
En el Senado, el bloque de Unión por la Patria está conformado por dos grupos, una maniobra impulsada por Cristina Kirchner en su momento para garantizar representación en el Consejo de la Magistratura. Ambos sectores son dirigidos por legisladores cercanos a la ex presidenta: José Mayans y Juliana Di Tullio. Aunque reconocen que habrá fugas en la votación, insisten en que el debate debe centrarse en la cuestión presupuestaria. “El tema central es el Presupuesto. Milei va a tener 135 mil millones de dólares para gastar sin ningún tipo de control. ¿Cómo vamos a discutir las PASO?”, argumentan dentro del bloque.
Al igual que en Diputados, en la Cámara alta el peronismo no contará con el apoyo de los senadores santiagueños alineados con Zamora ni con el catamarqueño Guillermo Andrada, cercano a Jalil. Tampoco acompañarían la resistencia los sanjuaninos Sergio Uñac y la riojana Florencia López, quienes ya se expresaron en contra de las primarias. El tucumano Juan Manzur también podría votar a favor de la suspensión, siguiendo la postura del diputado Pablo Yedlin. “Va a haber 29 o 30 en contra. Con el resto estamos hablando”, señaló un legislador que trabaja para sostener las PASO.
La incertidumbre en el bloque se profundizó por la falta de una directiva clara de Cristina Kirchner. A finales del año pasado trascendió que la ex presidenta no descartaba la suspensión de las primarias, pero sobre el cierre de la votación en Diputados, Máximo Kirchner bajó la orden de rechazarlas. “Como presidenta del PJ, ella escucha lo que dicen los gobernadores y no todos los distritos son iguales. En Diputados hubo un problema de conducción del bloque y fue todo muy desprolijo”, justificó un legislador cercano al Instituto Patria.
El debate sobre las PASO también quedó cruzado por la estrategia electoral de la provincia de Buenos Aires. Si las primarias se suspenden, Axel Kicillof tendrá la posibilidad de desdoblar los comicios provinciales y municipales, una opción que Cristina Kirchner resiste. En Diputados, el gobernador evitó involucrarse, y en el Senado los dos principales referentes bonaerenses, Juliana Di Tullio y Wado de Pedro, siguen alineados con la ex presidenta.
A pesar de las divisiones internas, los senadores peronistas que buscan frenar la reforma mantienen cierta expectativa. El oficialismo necesita reunir 37 votos para modificar la legislación electoral, un número que aún no tiene garantizado debido a las dudas dentro del radicalismo y la postura de legisladores como la larretista Guadalupe Tagliaferri y el ex libertario Francisco Paoltroni. El desenlace dependerá de las negociaciones de las próximas semanas y de la capacidad del bloque peronista para sostener su postura unificada en la votación final.