A casi un año de la derogación de la Ley de Alquileres mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, las inmobiliarias en la Ciudad de Buenos Aires evalúan los efectos de la medida con optimismo. Según los datos de los corredores inmobiliarios, la desregulación del sector provocó un incremento significativo en la oferta de inmuebles para alquilar, lo que a su vez contribuyó a la desaceleración de los precios de los alquileres. Según el Observatorio Estadístico del sector Inmobiliario, la oferta de propiedades para alquiler en la capital del país aumentó un 197,44% en los últimos doce meses, triplicando la cantidad de inmuebles disponibles respecto al periodo anterior a la medida.

Este aumento en la oferta de propiedades ha tenido un impacto directo en los precios, que según los análisis de los corredores inmobiliarios, han crecido por debajo de la inflación, mostrando una caída en términos reales. Los datos del Observatorio revelan que los alquileres han tenido una disminución promedio del 36,8% en términos reales. De acuerdo con la plataforma ZonaProp, hasta noviembre los precios de los alquileres en la Ciudad de Buenos Aires acumularon un aumento del 61% en el año, una cifra inferior a la inflación acumulada de 107% durante el mismo periodo. El precio promedio de los alquileres, hasta el mes pasado, alcanzaba los $538.324 mensuales.

Otro de los efectos positivos de la desregulación que destacan las inmobiliarias es el cambio en las condiciones de los contratos, especialmente en cuanto al uso del dólar. “Hoy el 90% de los contratos se pactan en pesos, con períodos de ajuste de tres o cuatro meses, generalmente indexados a la inflación”, explican los empresarios del sector. Además, la duración de los contratos volvió a ser de 24 meses, en lugar de los tres años establecidos por la Ley de Alquileres, lo cual consideran beneficioso tanto para inquilinos como propietarios. Este plazo de dos años es considerado “ideal” por las inmobiliarias.

El último aspecto destacado por los corredores es la rentabilidad para los propietarios que alquilan sus viviendas. En el último año, la rentabilidad bruta promedio de los contratos de locación alcanzó el 6,35%, lo que triplica los valores obtenidos durante la vigencia de la Ley de Alquileres. Esta rentabilidad se encuentra en los estándares internacionales y, según las inmobiliarias, no ha afectado el cumplimiento de los contratos, ya que la morosidad en los pagos es prácticamente inexistente. En resumen, desde el Colegio de Martilleros afirman que “regresar a un ordenamiento legal en el que prima la libertad contractual entre las partes permitió reordenar el mercado locativo, generando un beneficio para toda la sociedad”. Este balance positivo ha llevado a los empresarios a prever que el 2025 será un excelente año para el sector inmobiliario.