Un presunto esquema de corrupción vinculado al control de la Verificación Técnica Vehicular (VTV) en la provincia de Buenos Aires pone en el centro de las investigaciones judiciales al ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio. Según denuncias, el funcionario habría designado a Sebastián Desio, un empresario con conexiones políticas en el Frente Renovador, para gestionar los turnos de los tres millones de trámites anuales que realizan las plantas verificadoras. “Lo que hizo Desio con su empresa es ofrecer un supuesto software para organizar los turnos”, indicó uno de los investigadores trabajando junto al fiscal Álvaro Garganta.
Desio, titular de la empresa Soluciones en Telecomunicaciones y Electrónica, recibió a principios de año el control del sistema de turnos, quedándose con un 10% de lo facturado por las plantas verificadoras. Este negocio, que ya recauda cifras millonarias, se perfila aún más lucrativo tras el anuncio de un aumento del 300% en la tarifa de la VTV, que en febrero pasará de $15.997 a $63.463. Las proyecciones indican que la empresa podría obtener cerca de $20 mil millones durante 2025. Sin embargo, allanamientos recientes en el domicilio de Desio y el estudio contable de la firma arrojaron dudas sobre su capacidad operativa: “El contador declaró que la firma lo único que hace es registrar los turnos que sacan los particulares por internet”, señalaron fuentes judiciales.
El caso de la VTV se suma a las investigaciones por el escándalo de las fotomultas, otro presunto esquema de recaudación ilegal asociado al Ministerio de Transporte bonaerense. En este contexto, D’Onofrio enfrenta acusaciones por vínculos con testaferros y redes de corrupción localizadas en Pilar, su base política. Claudia Pombo, concejala y hermana de dos aliados cercanos del ministro, fue removida de su cargo como presidenta del Concejo Deliberante tras las denuncias y enfrenta señalamientos por su elevado nivel de vida. Desde el Frente Renovador, el líder Sergio Massa ha intentado marcar distancia: “Todo lo que armó el Gordo (por D’Onofrio) es una cachivacheada. Le avisé al Gobernador Kicillof que no tenía nada que ver conmigo ni con el Frente Renovador”.
Mientras tanto, la continuidad de D’Onofrio en el gabinete de Axel Kicillof genera tensiones políticas. Fuentes cercanas al gobierno provincial sugieren que su salida podría anunciarse antes de fin de año, aunque se especula que el gobernador busca evitar ceder ante la presión mediática. En el trasfondo, persisten preguntas sobre los mecanismos que permitieron estos esquemas y su impacto en la confianza pública en la gestión provincial.