En un contexto de protestas por parte de los médicos del Hospital Garrahan y la controversia por la decisión de “reestructurar” el Hospital Bonaparte, el Gobierno ha propuesto que los centros de salud financiados por la Nación pasen a manos de las provincias. Esta medida fue planteada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien consideró que no tiene sentido que el Estado nacional se haga cargo de hospitales en algunas localidades y no en otras.
Francos expresó su postura en una entrevista radial, donde señaló: “El tema de los hospitales es un tema que tenemos que clarificar como política nacional. ¿Tiene sentido que Nación tenga a su cargo hospitales o no? La salud es una responsabilidad de las provincias”. Según el funcionario, la gestión de los hospitales debería estar en manos de los gobiernos provinciales para garantizar una distribución más lógica y eficiente de los recursos. “No tiene lógica que la Nación tenga un hospital acá y no en otro lugar”, agregó en referencia a la situación del Hospital Garrahan, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires.
El debate sobre el traspaso de los hospitales a las provincias surgió en medio de las protestas del personal del Garrahan, quienes se movilizaron hasta el Ministerio de Economía en reclamo de mejoras salariales. Los trabajadores han manifestado su preocupación por la falta de respuesta a sus demandas, en un momento en el que el sistema de salud enfrenta múltiples desafíos, como la falta de financiamiento y las tensiones por la administración de los centros médicos nacionales.
El jefe de Gabinete también subrayó la importancia de revisar la gestión de los hospitales para optimizar los recursos públicos. “Obviamente el Garrahan es un hospital muy importante para el país porque marca una política nacional, habrá que ver cuál es la mejor forma de su gestión y administración”, sostuvo Francos. A su entender, el reto para Argentina es lograr una mayor productividad en el uso de los recursos asignados a la salud pública, con el objetivo de obtener el mejor resultado posible a partir de las inversiones realizadas.
Actualmente, bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Nación, existen nueve hospitales nacionales, entre ellos el Garrahan, el Hospital Posadas, el Hospital El Cruce y el Hospital Bonaparte. Cuatro de estos centros —Bonaparte, Sommer, Carrillo y Posadas— dependen exclusivamente del financiamiento nacional, lo que genera un debate sobre la sostenibilidad de este esquema en el largo plazo. La propuesta de transferir la administración a las provincias podría implicar un cambio profundo en la estructura del sistema de salud pública en Argentina, en medio de un panorama de creciente tensión entre los actores del sector.
