El Gobierno de Javier Milei, respaldado por el apoyo del PRO, ha descartado la posibilidad de realizar “una oferta superadora” a los gremios universitarios y decidió mantener el aumento del 6,8% que busca equiparar los salarios de los docentes universitarios con los incrementos otorgados al sector estatal. Sin embargo, tras una jornada de intensas negociaciones, el oficialismo accedió a la solicitud del macrismo de establecer una “garantía salarial” para aquellos docentes que perciben los ingresos más bajos. Este gesto se enmarca en el trabajo a contrarreloj que La Libertad Avanza está llevando a cabo en previsión de la sesión especial del miércoles, donde la oposición buscará rechazar la Ley de Financiamiento Universitario.
“Desde el Bloque PRO nos reunimos con el oficialismo y le solicitamos que mejore su oferta y agregue la garantía salarial que beneficia a los docentes universitarios que menos ganan. Esperamos una pronta respuesta del Gobierno”, manifestaron los diputados macristas tras un encuentro con el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y representantes del Ejecutivo, incluido el vicejefe de Gabinete, José Rolandi. La propuesta del PRO incluyó garantizar que los docentes con dedicación semiexclusiva no perciban menos de 420 mil pesos, mientras que aquellos con dedicación simple recibirían al menos 210 mil pesos. Pasadas las 22 horas, el Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Pettovello, emitió un comunicado confirmando que se activará “la Garantía Salarial Docente para las categorías más bajas contempladas dentro de la escala docente”, a pesar del rechazo gremial al aumento del 6,8%.
El impacto financiero de esta medida, impulsada por el PRO, se estima en aproximadamente 50 mil millones de pesos. A pesar de las especulaciones sobre posibles cambios tras la marcha del sector docente de la semana pasada, el presidente Milei reafirmó su posición de no modificar “en nada” la oferta salarial ya presentada. “La oferta de aumento es la misma. No nos van a mover ni un milímetro con jugadas políticas”, aseguraron fuentes del Ministerio de Capital Humano, enfatizando que si los gremios desean un aumento en la partida destinada a sueldos en el Presupuesto 2025, deberán incluirlo y definir de dónde se recortará.
El Gobierno ha mantenido su postura firme frente a las demandas gremiales, y aunque la cumbre con los sindicatos no resultó en una propuesta superadora, el oficialismo ha tratado de dividir la opinión dentro del sector docente, sugiriendo que el aumento podría otorgarse, independientemente de la aceptación de los gremios. “Lo que sí estamos evaluando es si les damos el aumento igual, aunque no lo acepten, porque los laburantes que no quieren saber nada con lo que están haciendo los gremios necesitan cobrar más”, explicó una alta fuente del Gobierno. Con el aval del PRO, el oficialismo parece decidido a avanzar con su estrategia, a pesar de que la tensión con los gremios docentes continúa creciendo, lo que pone en jaque la posibilidad de un acuerdo en el corto plazo.
A medida que se acercan las votaciones, el Gobierno se muestra optimista y asegura que ya cuentan con cerca de 80 votos, enfatizando que necesitan alcanzar los 87 para frenar las intenciones de la oposición de juntar los dos tercios necesarios. Con la situación laboral de los docentes universitaries en el centro del debate, el camino hacia una solución parece estar marcado por la intransigencia de ambas partes, lo que genera un clima de incertidumbre en el ámbito educativo.