El presidente Javier Milei rompió el protocolo habitual al presentar personalmente el Presupuesto 2025 ante el Congreso, una tarea que hasta ahora había estado a cargo de los ministros de Economía. Durante su discurso de 30 minutos, Milei justificó su decisión explicando que este presupuesto es “radicalmente distinto” a los anteriores y constituye la hoja de ruta de su gobierno para alcanzar el déficit cero, reducir la inflación y reactivar la economía argentina.
El Presupuesto 2025 proyecta un superávit primario del 1,3% del Producto Bruto Interno (PBI) y un equilibrio financiero, sin recurrir a la emisión monetaria ni al endeudamiento. Además, el Ministerio de Economía estima una inflación anual del 18,3% y un tipo de cambio de $1.207 para diciembre del próximo año. También se prevé un repunte del 5% en el PBI, después de la recesión que ha golpeado al país en los últimos años. En cuanto al 2024, se espera que el índice de precios al consumidor cierre con un incremento del 104,4% y un dólar en $1.019,90, cifras que ya han despertado escepticismo entre los economistas.
Haroldo Montagú, economista de Vectorial y exviceministro de Economía, señaló que las previsiones oficiales no parecen factibles. “Si bien deseable, no pareciera que la inflación vaya a ocurrir de esa manera, sobre todo con la recomposición de precios relativos que falta y los aumentos de regulados que están programados”, afirmó. También advirtió sobre los riesgos de que la inflación quede por debajo del tipo de cambio, lo que llevaría a una apreciación real insostenible para un país con escasez de dólares.
El plan también contempla una mejora en la balanza comercial, con exportaciones proyectadas en USD 104.000 millones y un superávit de USD 20.748 millones para el próximo año. La economía crecería impulsada por la industria, el comercio y la recuperación del agro, sectores clave en el repunte esperado del 5% del PBI. No obstante, el consumo privado y público sufrirán caídas significativas este año, aunque se espera que en 2025 experimenten una recuperación del 4,5% y 9,9%, respectivamente.
Milei hizo especial hincapié en la importancia de mantener el equilibrio fiscal, destacando que este será “el primer año de superávit fiscal sin entrar en default en toda la historia argentina”. Asimismo, advirtió que su gobierno vetará cualquier proyecto que busque aumentar el gasto público y afecte el equilibrio fiscal. “Le estamos poniendo un cepo al Estado y blindando el equilibrio fiscal”, aseguró el mandatario.
Una de las novedades del Presupuesto es la introducción de un “nuevo método” para lograr el déficit cero, que recuerda al intento fallido del expresidente Fernando de la Rúa en 2001. Este sistema obliga a que el superávit primario cubra o exceda los intereses de la deuda, lo que implica que el gasto estará estrictamente condicionado a los ingresos. En caso de un crecimiento económico sostenido, se prevé una reducción de impuestos, mientras que, si la economía no crece, se ajustarán tanto los gastos automáticos como los discrecionales en proporción a los ingresos.
