La reciente reunión entre el presidente Javier Milei y los diputados del PRO, que se celebró en la Casa Rosada el pasado viernes, había generado expectativas sobre una posible consolidación de una coalición política entre La Libertad Avanza y el espacio macrista. Los asistentes, que incluyeron a los líderes de PRO y a representantes del gobierno, vislumbraban un avance hacia una integración legislativa y gubernamental con miras a los comicios legislativos de 2025. Sin embargo, la ilusión de una colaboración estrecha se ha desmoronado rápidamente.

El desencanto en el PRO se ha incrementado tras la decisión del gobierno de Milei de modificar un decreto clave de la administración anterior que garantizaba el acceso a la información pública. Esta medida, que había sido uno de los pilares de la gestión de Mauricio Macri, aseguraba transparencia y se alineaba con los estándares internacionales de derechos humanos. Ahora, con la restricción impuesta por el nuevo gobierno, el acceso a la información queda limitado, lo que ha sido interpretado por algunos como un ataque a la prensa y a la investigación periodística. Los macristas argumentan que bajo las nuevas restricciones, eventos como la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yañez en Olivos durante la pandemia no habrían sido informados, ya que serían considerados como cuestiones privadas.

El malestar también surge por la percepción de una doble estrategia por parte del oficialismo. Mientras en el Senado se negocia con los kirchneristas para el ingreso de Ariel Lijo a la Corte, en la Cámara de Diputados se mantiene diálogo con el PRO, la UCR y el bloque de Miguel Pichetto en condiciones diferentes. El gesto de Milei con los diputados del PRO parecía apuntar hacia la formación de un interbloque, pero las expectativas se desinflaron cuando se comunicó que cualquier alianza debía ser una consecuencia de un proceso de integración total y no un punto de partida.

El PRO está particularmente confundido por la falta de avances concretos. Algunos legisladores señalan que la posibilidad de duplicar el número de diputados con una alianza parecía una ventaja clara, pero la falta de acción inmediata por parte del gobierno ha generado dudas. Se menciona que, tras la reunión con Milei, Santiago Caputo habría insinuado que la convocatoria futura dependía de la devolución de 100 millones de dólares para la SIDE, lo que añade una capa de complejidad a las negociaciones. Además, se cree que Karina Milei, al igual que Caputo, podría estar en desacuerdo con una colaboración estrecha con el PRO.

A medida que las negociaciones avanzan, el PRO se prepara para una nueva ronda de conversaciones el próximo lunes. Esta vez, los diputados Cristian Ritondo, Silvia Lospennato y Silvana Giúdici se reunirán con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en lugar de con Milei. Los macristas están expectantes sobre si se les presentará una agenda legislativa y están listos para definir su apoyo en función de la integración global entre los partidos. Las expectativas son bajas, y se anticipa que el PRO dejará claro qué temas están dispuestos a apoyar y cuáles no, si la colaboración no avanza como se había esperado.