La fotografía de la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yañez en la Quinta de Olivos, realizada en plena cuarentena, marcó un antes y un después en la intimidad de la residencia presidencial. Así lo confirmó Daniel Rodríguez, exadministrador del lugar, ante la justicia federal en el marco de una causa por presunta violencia de género en la que está imputado el expresidente Alberto Fernández. En su testimonio, Rodríguez ofreció detalles que, según el documento completo al que accedió Clarín, revelan “un cambio en la relación” entre Fernández y Yañez, destacando cómo ella “se quedó sola” y comenzó a recibir un “trato crudo” por parte del exmandatario.
Durante más de cuatro horas, el fiscal federal Ramiro González escuchó la declaración de Rodríguez, quien fuera también chofer, custodio y administrador de la Quinta de Olivos. Fue convocado como testigo en una causa en la que se le atribuyen a Fernández nueve hechos relacionados con la violencia de género, varios de los cuales habrían tenido lugar en la residencia oficial desde diciembre de 2019, cuando asumió la presidencia. Según el relato de Rodríguez, su testimonio es crucial para comprender la dinámica que se desarrolló en la Quinta de Olivos, especialmente en lo que respecta a la interacción entre el exmandatario y su pareja.
El fiscal González indagó sobre la relación de Rodríguez con Fabiola Yañez durante el período en que Alberto Fernández ocupaba la presidencia. “¿Cuál era su vínculo con Fabiola Yáñez durante la presidencia del Doctor Alberto Fernández?”, preguntó González. Rodríguez respondió: “El mismo, no éramos amigos, pero uno de respeto, le trataba de solucionar las cosas que podía; tenía más tratos al principio, en pandemia, por esas circunstancias, pero todo vinculado al espectro laboral, dentro de la quinta”. Esta descripción fue similar a la que utilizó para definir su relación con Fernández, a quien conoce desde que fue jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, en cuyo gobierno también trabajó como custodio. “No éramos amigos”, aclaró, marcando una distancia clara en su vinculación personal con el expresidente.
El testimonio de Rodríguez arroja luz sobre un capítulo oscuro en la residencia presidencial, donde, según su relato, se produjo un distanciamiento notorio entre Fernández y Yañez, particularmente tras el escándalo desatado por la fiesta en Olivos. Este evento, que provocó una ola de críticas hacia la gestión de la cuarentena estricta impuesta por el propio Fernández, también parece haber tenido consecuencias en su vida personal y en su relación con la primera dama, revelando un trato cada vez más frío y distante hacia ella. La causa judicial sigue su curso, mientras la declaración de Rodríguez añade un nuevo elemento al complejo entramado de denuncias que enfrenta el expresidente.