La carrera por la presidencia de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) en las elecciones de 2024 ha comenzado a generar una fuerte polarización en la comunidad judía del país. La reciente incorporación de Darío Epstein, un hombre clave en la campaña presidencial de Javier Milei, junto con Enrique “Quique” Chirom, exintegrante de los equipos de Patricia Bullrich, ha intensificado la competencia, proyectando en el ámbito comunitario las tensiones de la contienda política nacional.
Darío Epstein, un influyente contador y MBA, estuvo estrechamente vinculado al equipo económico de Milei durante su candidatura en 2023. Aunque con el tiempo se apartó de la posibilidad de asumir un cargo ministerial, sigue siendo un asesor de confianza en temas económicos, internacionales y comunitarios, aunque se mantiene al margen de cuestiones religiosas, las cuales Milei aborda con dirigentes ultra ortodoxos. Epstein ha asumido el desafío de captar el apoyo de las bases comunitarias, que actualmente favorecen al vicepresidente de la DAIA, Marcos Cohen, quien anunció su candidatura en julio. Epstein promete “renovación” generacional, educación y seguridad, apoyándose en un grupo de jóvenes libertarios que podría replicar el éxito de Milei en las redes sociales.
Por su parte, Marcos Cohen, conocido como “Marqui”, cuenta con una fuerte popularidad dentro de las instituciones de la DAIA gracias a su larga trayectoria en la actividad comunitaria. Esta elección, que es indirecta, será decidida por más de 100 instituciones que forman parte de la DAIA, lo que coloca a Cohen en una posición ventajosa debido a su experiencia y conexiones. Sin embargo, su asociación con el actual presidente saliente, Jorge Knoblovits, representa un arma de doble filo. Si bien la continuidad en la gestión podría ser vista como una fortaleza, también ha generado críticas, especialmente de aquellos que acusan a Knoblovits de haber favorecido a Sergio Massa y de haber respaldado la candidatura del juez Ariel Lijo a la Corte Suprema, decisiones que no fueron bien recibidas por todos en la comunidad.
El clima en la comunidad judía argentina está marcado por dos temas que trascienden las elecciones internas: el repudio al atentado terrorista de Hamas en Israel y la creciente preocupación por el antisemitismo global, exacerbado por la reciente guerra en Gaza. La comunidad también observa con atención la cercana relación de Javier Milei con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y con sectores ultra ortodoxos, lo que ha generado divisiones internas. Algunos temen que esta alianza pueda incrementar el antisemitismo, mientras que otros consideran que ha visibilizado demandas importantes, como la designación de Hamas como grupo terrorista por parte del gobierno argentino.
En este contexto, la disputa por la presidencia de la DAIA promete ser intensa y podría reflejar, a nivel comunitario, las divisiones políticas que se evidenciaron en las elecciones nacionales de 2023. Con figuras tan polarizadoras como Epstein y Cohen al frente, la comunidad se prepara para una elección que no solo definirá el liderazgo de la DAIA, sino que también podría influir en la relación de la colectividad judía con el nuevo gobierno de Argentina.