Histórico juicio contra José Alperovich llega a su fin: el veredicto se dictará el próximo martes

Después de cuatro meses de intensas audiencias, el próximo martes el juez Juan Ramos Padilla dictará el veredicto en el juicio contra José Alperovich. Este proceso judicial, que comenzó el 5 de febrero, es uno de los más significativos en la historia reciente de Argentina, ya que involucra a un exgobernador de Tucumán y exsenador nacional acusado de nueve delitos de abuso sexual, incluyendo tres intentos y seis casos agravados por acceso carnal, en perjuicio de su sobrina segunda y secretaria. Alperovich, un político influyente y millonario, podría enfrentar una sentencia de prisión.

Durante los alegatos finales, la defensa solicitó la absolución de Alperovich, mientras que la querella pidió una condena de 22 años de cárcel y la fiscalía 16 años y medio. Ambas partes también demandaron la detención inmediata del acusado en caso de un fallo condenatorio. Alperovich, quien ha asistido a todas las audiencias acompañado por sus cuatro hijos y bajo la custodia policial, escuchará la sentencia con la medallita de inscripciones en hebreo que siempre lleva consigo, mientras su esposa, la exsenadora Beatriz Rojkes, seguirá la audiencia de manera remota.

Acusaciones y defensas en un juicio cargado de tensión

El juicio ha sido un campo de batalla legal y mediático. La querella, encabezada por la abogada Carolina Cymerman y su colega Pablo Rovatti, presentó un cuadro perturbador de los abusos, describiendo cómo la víctima intentaba bloquear los tocamientos de Alperovich. “Ella solía ponerse cosas encima, como una cartera entre las piernas, para evitar el abuso, pero no servía de nada”, explicó Cymerman. Además, relató cómo el exgobernador atormentaba a la joven con frases de doble sentido y referencias directas a los abusos, creando un ambiente de constante humillación y terror.

Por su parte, el fiscal Sandro Abraldes describió el comportamiento de Alperovich como el de un “señor feudal” que ejercía un control total sobre la víctima, quien estaba en una situación de “sometimiento” y “cautividad”. Este contexto de asimetría de poder y violencia de género y laboral fue central en los argumentos tanto de la querella como de la fiscalía. Más de setenta testigos testificaron, incluyendo familiares y amigos de la víctima que confirmaron su deterioro físico y emocional tras los episodios denunciados.

Defensas y alegatos finales

La defensa, liderada por Augusto Garrido del estudio del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, intentó descalificar a la denunciante, alegando que su testimonio era parte de una operación política para destruir a Alperovich. Garrido sugirió que la víctima había fabricado su relato utilizando textos de literatura sobre abusos y denuncias mediáticas previas. Sin embargo, el fiscal Abraldes refutó esta teoría, subrayando que el lenguaje utilizado en las denuncias era tristemente común en contextos de abuso.

La denuncia inicial contra Alperovich fue presentada en noviembre de 2019, seis meses después de que la víctima renunciara como su secretaria privada. La joven, que en ese momento tenía 29 años, afirmó que presentó la denuncia para buscar justicia y sanar, y para protegerse de futuros abusos. Los abusos denunciados habrían ocurrido en varios lugares, incluyendo un departamento en Puerto Madero, una casa en Tucumán, una mansión en las afueras de la capital provincial, e incluso dentro del auto del exgobernador.

El juicio ha puesto de relieve las complejidades y desafíos que enfrentan las víctimas de abuso sexual en contextos de poder. El veredicto del próximo martes será un momento decisivo no solo para las partes involucradas, sino también para la sociedad argentina, que sigue de cerca un caso que podría sentar un precedente importante en la lucha contra la violencia de género y el abuso de poder.

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