En una jornada electoral histórica, Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza (LLA), logró una victoria contundente en el balotaje argentino, obteniendo un 55,75% de los votos y superando a su rival de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, por 11 puntos. Este triunfo marcó la ascensión al poder de un líder anarco-libertario, quien asumirá la presidencia el próximo 10 de diciembre. Milei, conocido por su simbolismo de una motosierra que representa la reducción del Estado, contó con un fuerte respaldo en Córdoba, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y una paridad virtual en Buenos Aires, distritos que concentran el 60% del electorado nacional.
La gestión de Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, ambos con fuertes lazos con sectores retirados de las Fuerzas Armadas, marcará el comienzo de un Gobierno de sesgo neoliberal para el período 2023-2027. Este cambio en el liderazgo nacional implica una reestructuración sin gradualismos ni tibiezas, según las promesas del presidente electo. Con la derrota de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, el país se embarca en una nueva dirección política con la participación de exfuncionarios y asesores del Gobierno de Juntos por el Cambio (JxC), incluyendo a Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
Desde su búnker en el centro porteño, Milei agradeció a sus seguidores y proclamó el comienzo de la reconstrucción de Argentina. En su discurso, resaltó la necesidad de poner fin al “modelo de la decadencia” y anunció el fin de la idea de que el Estado es un botín para los políticos y sus amigos. La Argentina, según Milei, tiene un futuro liberal, y la gestión entrante se compromete a retomar el camino que, según él, nunca se debió perder.
En contraste, Massa reconoció su derrota desde el búnker de UxP en Chacarita, felicitó a Milei y destacó la responsabilidad del presidente electo en dar certezas y transmitir garantías sobre el funcionamiento político, social y económico de Argentina. Aunque en la provincia de Buenos Aires la fórmula Milei-Villarruel quedó en segundo lugar, su buen desempeño contribuyó significativamente al triunfo nacional. Dirigentes de JxC celebraron rápidamente el triunfo en las redes sociales, anticipando el inicio de una “nueva etapa” para el país.
El balotaje cerró un extenso proceso electoral que comenzó en febrero pasado con primarias y elecciones desdobladas en la mayoría de los distritos del país. Con este resultado, quedaron descartadas las hipótesis de fraude esgrimidas desde LLA sobre los comicios y se reveló cómo se reconfiguraron los apoyos después de quedar fuera de competencia los otros tres postulantes presidenciales en octubre. Argentina se prepara ahora para un gobierno liderado por Milei, cuyas propuestas económicas y políticas generan incertidumbre y preocupación en diversos sectores de la sociedad.