El martes fue testigo de una serie de encuentros en el ámbito gubernamental relacionados con la Iglesia y la figura del papa Francisco. Por un lado, el presidente Alberto Fernández se reunió en un desayuno con el nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, en la Quinta de Olivos. Posteriormente, el padre José María ‘Pepe’ Di Paola visitó la Casa de Gobierno para coordinar detalles sobre una misa de “desagravio por los ultrajes” al Papa que se llevará a cabo el 5 de septiembre.
A pesar de abordar distintos temas, estas reuniones tenían un trasfondo más allá de lo conversado. Fuentes oficiales destacaron la importancia de la Iglesia en comprender la situación social del país y su influencia en ese ámbito. El arzobispo García Cuerva deseaba agradecer al presidente por su participación en su toma de posesión y se realizó un intercambio de opiniones en un ambiente franco e informal.
Por otro lado, el padre Di Paola se reunió con funcionarios para organizar una misa de “desagravio por los ultrajes” al papa Francisco durante la reciente campaña electoral. Esta celebración está programada para el 5 de septiembre y tiene como objetivo reivindicar al Papa y rechazar los ataques y acusaciones vertidos hacia él. Di Paola condenó los ultrajes y señaló que lo que realmente molesta es el concepto de justicia social que promueve el Papa.