Funcionarios y dirigentes repudian a la Corte por su afiliación política

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, ha criticado duramente a la Corte Suprema de Justicia de Argentina, acusándola de ser una “vergüenza” y de “atropellar” la democracia del país, tras su decisión de suspender las elecciones en las provincias de Tucumán y San Juan. Kicillof también afirmó que la Corte está “parte de la oposición y ya ni lo disimula”, y se unió a otros doce gobernadores en su pedido de juicio político contra el máximo tribunal.

El jefe de gabinete Agustín Rossi también expresó su descontento en redes sociales, argumentando que la Corte actúa “una vez más” como si fuera un “partido judicial”. El canciller Santiago Cafiero se refirió a la decisión como un intento de “disciplinar al peronismo”, y afirmó que los miembros de la Corte Suprema, al igual que Patricia Bullrich, se creen “dueños de la democracia”.

Además, los mandatarios provinciales del Frente de Todos han utilizado sus redes sociales para criticar la decisión de la Corte y han vinculado esa disposición judicial con los intereses políticos de la coalición opositora Juntos por el Cambio. El gobernador riojano Ricardo Quintela, por ejemplo, ha acusado a Patricia Bullrich de reunirse con la Corte Suprema en detrimento de las provincias y en beneficio del poder centralizado de la oposición, y ha calificado su frase “frenamos las elecciones” como un “descarado atentado a la democracia y el federalismo”.

El gobernador entrerriano Gustavo Bordet ha advertido que la suspensión de las elecciones es un hecho “de suma preocupación para la democracia”, y ha afirmado que tanto la judicialización de la política como la politización de la justicia debilitan las instituciones democráticas y generan incertidumbre.

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