Tras el desplome de septiembre, la recaudación tributaria nacional alcanzó en octubre los $16,16 billones, lo que representa un incremento nominal del 26,5% interanual. Sin embargo, al descontar una inflación estimada del 30% para el mismo período, los ingresos fiscales habrían mostrado una caída real del 3,6%, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Se trata del tercer mes consecutivo de retroceso real, lo que refleja la dificultad del Estado nacional para sostener el ritmo de crecimiento de sus recursos en un contexto de desaceleración económica y fuerte reducción de tributos vinculados al comercio exterior.
El análisis del IARAF advierte que, al excluir la recaudación proveniente de impuestos asociados al comercio exterior —principalmente el impuesto PAIS, recientemente eliminado—, la variación real interanual habría sido levemente positiva, con un aumento del 1%. “El principal impuesto, el IVA, habría tenido una recaudación constante en términos reales durante el mes de octubre de 2025 respecto a octubre 2024. Resulta importante destacar que está incidiendo negativamente en la recaudación del tributo la eliminación de la suspensión de exención de los certificados de exclusión de la percepción en la Aduana”, explicó Nadin Argañaraz, titular del instituto.
Entre los tributos más afectados se destacó Bienes Personales, con una caída real interanual del 67,8%, aunque menor a la de septiembre, cuando el desplome había sido del 92,5%. También se registró una fuerte baja en los derechos de exportación, que retrocedieron 66%, influenciados por la suspensión temporal y posterior eliminación de las retenciones al agro para adelantar liquidaciones antes de las elecciones de octubre. “Ese mes se produjeron ingresos extraordinarios de derechos que suelen pagarse en meses posteriores, situación que también ocurrió en julio debido a los pagos acreditados en los primeros días del mes”, informó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
La pérdida de recursos fue especialmente visible en impuestos internos coparticipados, que bajaron un 7,4%, y por la ausencia de ingresos excepcionales que en octubre de 2024 habían provenido del blanqueo de capitales y moratorias fiscales. En contraste, los tributos con mayor crecimiento real fueron los derechos de importación, con un salto del 44%, seguidos por el impuesto a los combustibles (25,2%) y Ganancias (13,2%). Además, los aportes y contribuciones a la seguridad social mostraron un aumento real del 1,2%, impulsado por la suba del salario bruto promedio y del tope de la base imponible.
El informe detalla que la recaudación acumulada entre enero y octubre se mantuvo estable en términos reales respecto al mismo período de 2024. Sin embargo, al excluir el impuesto PAIS, se observa una mejora del 6% real interanual. Entre los tributos más golpeados en lo que va del año se cuentan Bienes Personales (-33,7%), Internos coparticipados (-10%) y Derechos de exportación (-7%). En el otro extremo, lideran las subas el impuesto a los combustibles (+54,4%), los derechos de importación (+23,4%) y los aportes a la seguridad social (+17%).
“Sin dudas, como era previsible, la eliminación del impuesto PAIS está teniendo un impacto importante en la recaudación, siendo compensada parcialmente por la dinámica de otros impuestos, como la seguridad social y combustibles”, sostuvo Argañaraz. Según los cálculos del IARAF, la recaudación de octubre fue $610.000 millones menor a la del mismo mes del año pasado en términos reales. La eliminación del impuesto PAIS explica $517.000 millones de esa merma, mientras que los derechos de exportación aportaron $500.000 millones menos. “Esta diferencia en el total de los ingresos se originó en la baja de cinco de los once tipos de recursos tributarios, que no lograron ser compensados por los seis restantes”, concluyó el economista.





