La Cámara Federal de Comodoro Py confirmó este jueves que la causa por violencia de género contra el ex presidente Alberto Fernández puede avanzar hacia la etapa de juicio oral y público. En una resolución adoptada por mayoría, la Sala II rechazó los planteos de nulidad presentados por la defensa del ex mandatario, quien buscaba frenar la elevación a juicio solicitada tanto por el fiscal federal Ramiro González como por la querella que representa a su ex pareja y ex primera dama, Fabiola Yañez. Según informaron fuentes judiciales, la intención de Fernández era excluir a la querella del proceso y prolongar la investigación con nuevas medidas de prueba. Con el fallo de la Cámara, el ex presidente quedó en condiciones procesales de ser enviado a juicio, aunque no se prevé que la decisión sea inmediata debido a las múltiples derivaciones que tomó el expediente en las últimas semanas.
Fernández está procesado por lesiones leves y graves agravadas por el contexto de violencia de género, además de amenazas coactivas, hechos que habrían ocurrido cuando convivía con Yañez en la Quinta de Olivos durante su mandato. Para la Justicia, existen al menos dos episodios de violencia física que derivaron en moretones en el rostro y en un brazo de la víctima. En agosto, tanto el fiscal González como la representación legal de Yañez solicitaron la elevación a juicio, pero la defensa planteó dos nulidades: primero, que la Fiscalía pidió el cierre de la investigación sin esperar medidas solicitadas por la defensa, y segundo, que la querella presentó fuera de plazo su requerimiento de elevación.
Esos planteos fueron rechazados inicialmente por el juez federal Julián Ercolini y ahora confirmados por los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah. Los magistrados remarcaron que el dictamen fiscal “contiene un detalle de los hechos” suficiente para habilitar el paso a juicio y que la supuesta falta de producción de prueba “no sería un factor que incida en la validez o no de los requerimientos”. En disidencia, el juez Roberto Boico opinó que la querella había presentado su pedido “extemporáneamente” y que, por lo tanto, “corresponde considerar decaído su derecho”.
El avance hacia el juicio, sin embargo, no está asegurado. A principios de mes, la Cámara Federal de Casación Penal apartó al juez Ercolini con el argumento de “alejar cualquier temor de parcialidad”, y su lugar fue ocupado por el magistrado Daniel Rafecas. Con este cambio, la defensa del ex presidente pidió la nulidad de todas las resoluciones previas y que la causa se investigue desde cero, una solicitud todavía sin respuesta. A esto se sumó otro giro procesal: la justicia porteña aceptó un pedido de Fernández para que el expediente salga de Comodoro Py y se unifique con otra causa radicada en la Ciudad de Buenos Aires, en la que él denunció a Yañez por amenazas y se analiza además el régimen de visitas del hijo que comparten.
En esa resolución, firmada por los jueces Jorge Franza y Luisa Escrich, se sostuvo que “la conflictiva intrafamiliar apuntada tendría un análisis más propicio dentro de un único fuero de intervención siendo este el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. La definición final sobre el cambio de jurisdicción quedará en manos del juez Rafecas y, en caso de discrepancia con lo resuelto por la justicia porteña, será la Corte Suprema la que determine dónde debe continuar la causa. Así, mientras se acumulan decisiones pendientes, la posibilidad de que el ex presidente enfrente un juicio oral por violencia de género permanece abierta pero sujeta a una compleja disputa judicial.





