En su primera prueba electoral desde que asumió la Presidencia, Javier Milei consiguió este domingo un triunfo de fuerte impacto político. Con el 40,7% de los votos a nivel nacional, La Libertad Avanza (LLA) se impuso en las elecciones legislativas destinadas a renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El resultado no solo consolidó al oficialismo como la principal fuerza del país, sino que también modificó el equilibrio en territorios donde el peronismo había mostrado señales de recuperación semanas atrás. La sorpresa más resonante se registró en la provincia de Buenos Aires: tras obtener una ventaja de más de 13 puntos en la renovación de la Legislatura local el mes pasado, el peronismo quedó ahora por debajo del oficialismo nacional, una caída que marca un giro inesperado en el mayor distrito electoral del país.
El triunfo libertario se replicó en los distritos más relevantes, profundizando la proyección política de LLA. Los candidatos del oficialismo se impusieron en la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos, consolidando un mapa electoral que respalda al Gobierno en regiones clave tanto por su peso demográfico como por su estructura productiva. Con estos resultados, el oficialismo quedaría con un bloque de 93 diputados propios, al que se sumaría el apoyo de más de una veintena de legisladores vinculados al PRO, fuerza que se integró a las listas violetas en gran parte del país. Aun así, el Gobierno necesitará entre 15 y 20 acompañamientos adicionales para alcanzar el quórum que le permita facilitar la aprobación de su agenda legislativa. En el Senado, el escenario también resulta favorable: La Libertad Avanza podría conformar un bloque de 19 miembros, mientras que el kirchnerismo quedará con una representación sensiblemente reducida respecto del período anterior.
El Presidente arribó al búnker libertario en el Hotel Libertador durante la tarde y comenzó a preparar un discurso marcado por un llamado al diálogo político, un gesto que busca facilitar consensos en un Congreso donde, pese al crecimiento oficialista, ninguna fuerza tiene mayoría propia. Más tarde, durante la presentación de los resultados, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, destacó el funcionamiento de la Boleta Única de Papel. “La participación electoral fue del 67% de los ciudadanos”, señaló Francos, subrayando la implementación del nuevo sistema. Sin embargo, la cifra encendió alertas: se trata del nivel de participación más bajo en elecciones nacionales desde el retorno de la democracia, un dato que abre interrogantes sobre el estado de ánimo social y el vínculo entre la ciudadanía y la política en un contexto de cambios profundos.





