La primera empresa privatizada durante la presidencia de Javier Milei, la histórica metalúrgica mendocina IMPSA —fundada en 1907— dio un paso clave para dejar atrás su crisis financiera. En una asamblea realizada este miércoles, la compañía obtuvo el respaldo del 85% de los acreedores, quienes representan casi el 98% del pasivo total, para avanzar con un acuerdo de reestructuración de los US$ 583 millones de deuda acumulada. Se trata de un hito central para el inicio de una nueva etapa bajo el control del consorcio estadounidense Industrial Acquisition Fund LLC, cuyo principal socio es Arc Energy, una firma especializada en petróleo y gas. Con este apoyo mayoritario, la empresa busca reposicionarse en los mercados internacionales y volver a ocupar un lugar destacado en sectores estratégicos como la energía nuclear, la hidroelectricidad y las grúas portuarias.
La compañía informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que, en el marco del acuerdo preventivo extrajudicial (APE) tramitado ante el Segundo Juzgado de Procesos Concursales de Mendoza, se llevaron a cabo las asambleas de bonistas y obligacionistas para analizar la oferta presentada el 18 de agosto. Según detalló IMPSA, “la oferta de APE fue aprobada por 84,21% de los acreedores alcanzados individualmente, que representan 97,17% del monto de la deuda computable”, un nivel de consenso que supera ampliamente los requisitos legales. De esta manera, la empresa anticipó que presentará el acuerdo para su homologación judicial en los próximos días, paso indispensable para avanzar hacia la normalización de sus operaciones. “Esta reprogramación de vencimientos de la deuda preexistente de IMPSA resulta de vital importancia para brindar a la Sociedad el tiempo necesario para posibilitar el ordenamiento y normalización de sus operaciones y su estructura”, sostuvo la firma ante la CNV, destacando que el esquema prevé que los pagos de capital comiencen recién a partir del año 10.
En este contexto de acercamiento estratégico entre Argentina y Estados Unidos, IMPSA aspira a convertirse en “un ejemplo de un caso empresarial exitoso entre dos países aliados”, aseguró Jorge Salcedo, presidente de la compañía. La nueva gestión busca recuperar el perfil exportador que caracterizó históricamente a la metalúrgica y reposicionarla como un actor clave en América Latina, Estados Unidos y Asia. El nuevo propietario, Industrial Acquisition Fund LLC, remarcó que el acuerdo permitirá “preservar la continuidad de la empresa” y su “tecnología de primer nivel mundial en áreas de relevancia estratégica desarrollada en más de 100 años”. A su vez, destacó el rol que cumplirá IMPSA en la dinamización de más de 100 pymes proveedoras y en un eventual proceso de expansión internacional. “Esta reestructuración de deuda constituye el paso inicial que permitirá a IMPSA volver al sitio que ocupó por décadas, a la vanguardia del desarrollo tecnológico mundial”, afirmó la empresa.
Adcap Grupo Financiero, asesor financiero en el proceso, celebró el avance: “IMPSA avanza hacia una etapa de crecimiento global, en este proceso que refuerza su continuidad y proyección internacional”, expresó Juan Martín Molinari, managing partner de la firma. Con la aprobación del APE y el respaldo del capital estadounidense, IMPSA se prepara para iniciar una fase de crecimiento que, de concretarse según lo previsto, podría devolverle el protagonismo industrial que tuvo durante gran parte de su historia.





