Caputo en Washington: Argentina busca cerrar un paquete de asistencia económica con apoyo de EE.UU. y el FMI

El ministro de Economía, Luis Caputo, encabeza una delegación oficial en Washington con el objetivo de avanzar en la negociación de un paquete de ayuda financiera para la Argentina. Lo acompaña una comitiva clave integrada por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, el viceministro de Economía, José Luis Daza, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. Según confirmaron desde el Palacio de Hacienda, la misión apunta a conseguir respaldo internacional que permita aliviar la presión sobre la economía local, en medio de la tensión financiera y las preocupaciones del mercado por el rumbo cambiario y fiscal del gobierno.

La visita fue oficializada el jueves pasado, luego de que Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, revelara en su cuenta de X que había mantenido una comunicación con Caputo. El funcionario estadounidense aseguró: “En los próximos días, espero la visita del equipo del ministro Caputo en Washington para avanzar significativamente en nuestras discusiones en persona respecto a las opciones para otorgar ayuda financiera”. El mensaje confirmó que la agenda incluye reuniones de alto nivel en el Departamento del Tesoro para evaluar las posibilidades concretas de asistencia.

La otra pieza clave en esta trama es el Fondo Monetario Internacional. La directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, aseguró que también mantuvo conversaciones con Bessent para coordinar estrategias de apoyo. “Excelente conversación con Scott Bessent sobre la coordinación del apoyo a las reformas integrales de Argentina. Conversamos sobre los amplios planes de asistencia financiera de Estados Unidos, incluyendo el uso de las tenencias estadounidenses de DEG. Espero con interés las conversaciones con las autoridades argentinas en los próximos días”, publicó Georgieva en X. Las declaraciones públicas de ambos funcionarios marcaron el tono diplomático de una negociación que podría involucrar recursos en distintas modalidades.

Entre las alternativas que se analizan figura una línea de swap por US$ 20.000 millones y herramientas para la compra directa de divisas y deuda emitida por la Argentina, operadas a través del Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro estadounidense. Por otra parte, Georgieva habló de utilizar las tenencias de Derechos Especiales de Giro (DEG) de la Reserva Federal, una herramienta de liquidez internacional que el FMI utiliza para apoyar a los países miembro. Estados Unidos tiene en su poder unos US$ 174.000 millones en DEG, y está habilitado para operar con ellos según sus estatutos.

Sin embargo, el panorama no está exento de condiciones y desafíos. Según una fuente del Gobierno, se negocia “una garantía o put del Tesoro de EE.UU. para que la Argentina baje su riesgo país”, una herramienta que podría mejorar las condiciones de financiamiento argentino en los mercados internacionales. En paralelo, voces del mercado reclaman definiciones más concretas sobre la estructura del nuevo esquema monetario y cambiario, un aspecto clave que aún no fue anunciado por el equipo económico.

Miguel Kiguel, analista financiero, lo resumió claramente: “El mercado pide definiciones más concretas sobre la ayuda, y sería clave que llegue pronto para despejar el camino en estas tres semanas. Difícil imaginar, de todos modos, que Estados Unidos o el FMI estén dispuestos a financiar la quema de reservas para sostener este tipo de cambio”. En este sentido, el propio Bessent aclaró que “estamos dando una línea de swap, no estamos poniendo dinero en la Argentina”. Tras esta afirmación, los bonos argentinos registraron una caída.

De concretarse el acuerdo, los fondos podrían destinarse a respaldar la intervención del Banco Central frente a la volatilidad cambiaria que podría desatarse cuando se eliminen las bandas cambiarias. También se evalúa la posibilidad de crear un seguro o garantía que mejore la liquidez de los bonos argentinos. El viaje de Caputo busca no solo acelerar una negociación compleja, sino también enviar al mercado una señal de estabilidad antes de la reunión del próximo 14 de octubre entre Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca, y a menos de dos semanas de las elecciones presidenciales del 26.