Tras las quejas del sector agropecuario por la finalización del esquema de retenciones cero, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró este lunes que los productores “van a conseguir un mejor precio” por sus cosechas al venderlas a los exportadores. El Gobierno respondió así a las críticas que generó el fin del beneficio que rigió hasta alcanzar el cupo de 7.000 millones de dólares en exportaciones, límite que se completó la semana pasada.
En diálogo con radio Cadena 3 Rosario, Francos explicó que “las exportadoras tienen que salir a buscar granos para cumplir con su obligación de exportar, porque cuando tienen sus fondos para tener el derecho de exportación por los 7.000 millones de dólares, también tienen que tener los granos necesarios. O sea, van a salir al mercado a comprar granos, y los productores van a poder decir: ‘Te lo vendo a tanto’”. Según el funcionario, la diferencia de precios “entre el anterior y el que se liquidó ayer era mucho más alta”, lo que, a su entender, compensará parcialmente el fin de la retención cero.
El jefe de Gabinete reconoció las quejas del sector rural, aunque relativizó su alcance. “Los productores tienen sus razones y yo las entiendo, pero tampoco creo que el valor que ellos van a recibir sea el mismo que tenía antes de bajar las retenciones. Va a ser más alto, capaz que no es el de retención 0, pero es de una retención menor de 5% o 10%”, sostuvo. Sin embargo, las entidades agropecuarias no comparten esa visión y aseguran que la medida tuvo efectos desiguales y benefició principalmente a los grandes exportadores.
Desde la Sociedad Rural Argentina (SRA), su presidente Nicolás Pino lamentó que “muchos productores quedaron afuera” y cuestionó la rapidez con la que se alcanzó el cupo de exportaciones: “Realmente el ánimo nos duró poquito. Nunca dudamos que se iba a cubrir, pero sí nos llamó la atención que en 48, 72 horas se cierre todo”. Por su parte, la titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Sarnari, fue tajante: “Al productor pequeño y mediano no lo benefició, ni siquiera cerca le pasó de la tranquera”. Agregó que muchos agricultores no tenían cosecha disponible y que “en dos días era imposible buscar mejores opciones”.
En tanto, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Carlos Castagnani, reconoció la rapidez con que el sector alcanzó la meta de dólares, pero advirtió que “el grueso de los productores no accedió de manera directa a la rebaja de retenciones. El beneficio fue para unos pocos, mientras el esfuerzo sigue siendo de todos los productores”. Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) también se sumaron a las críticas al calificar la medida como “un gran negocio para los exportadores” que generó “incertidumbre y desconfianza”.
“El campo necesita reglas claras, previsibles y duraderas, no parches coyunturales”, remarcaron desde la entidad. Pese a las diferencias, el Gobierno confía en que la demanda de granos por parte de las exportadoras impulse los precios y calme los ánimos en un sector clave para el ingreso de divisas, pero que sigue reclamando estabilidad y previsibilidad a largo plazo.





