Sturzenegger defendió los decretos en la antesala de una sesión clave y pidió a los diputados “no hacerle el juego al kirchnerismo”

En la previa de una sesión decisiva en la Cámara de Diputados, donde la oposición buscará derogar cuatro decretos firmados por el presidente Javier Milei, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, salió en defensa de las medidas y pidió a los legisladores no alineados con el kirchnerismo que “no le hagan el juego al kirchnerismo y a sus cajas”. El funcionario sostuvo que los decretos cuestionados apuntan a “ordenar el Estado y eliminar estructuras que fueron usadas durante años como fuentes de recaudación política”.

“La sesión de hoy en Diputados busca derogar varios decretos delegados emitidos en el marco de la delegación de la Ley Bases y que centralizaban una serie de organismos descentralizados. Explicamos una vez más. El kirchnerismo utilizó los organismos descentralizados como cajas para recaudar, arancelando trámites a medida que crecía sus estructuras”, explicó Sturzenegger en declaraciones previas al debate legislativo.

Entre las normativas en discusión se encuentran tres decretos de facultades delegadas: el 396/25, que transforma el Instituto Nacional del Agua y fusiona el INPRES con el SEGEMAR; el 383/25, que amplía las facultades de la Policía Federal Argentina; y el 445/25, que modifica la Agencia Nacional de Materiales Controlados. Además, los diputados tratarán el DNU 62/25, que introduce cambios en las terapias de hormonización de la Ley de Identidad de Género. En todos los casos, la oposición impulsa su derogación argumentando un exceso en el uso de facultades delegadas por parte del Ejecutivo.

Sturzenegger defendió las reformas estructurales impulsadas desde su ministerio y subrayó que “cada organismo descentralizado requiere su propia estructura organizativa: la misma que si fuera un ministerio”. Según explicó, la centralización propuesta “resuelve ambos problemas: acota la capacidad de arancelar al ciudadano y elimina las duplicaciones administrativas sin afectar sus funciones esenciales”. En ese sentido, advirtió que “hay una puja política, pero el contribuyente no debiera ser rehén de esa disputa”.

El ministro también apuntó a los diputados de los bloques dialoguistas, a quienes pidió acompañar las reformas: “Espero que los diputados no kirchneristas no le hagan el juego al kirchnerismo y a sus cajas porque el mandato que recibió el Presidente Javier Milei fue justamente ordenar estos excesos que pagamos todos los argentinos”.

La sesión en la Cámara baja no solo pondrá a prueba la fuerza parlamentaria del oficialismo, sino también su capacidad de retener apoyos en un contexto de alta tensión política. La oposición también buscará revertir los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento del Hospital Garrahan y de las universidades nacionales. Ambas normas habían logrado amplias mayorías en su aprobación inicial: la ley de Emergencia Pediátrica y de Residencias, conocida como “Ley Garrahan”, obtuvo 159 votos a favor, mientras que la de Financiamiento Universitario fue respaldada por 158 diputados.

Con la presencia confirmada de la CGT, las dos CTA y el gobernador bonaerense Axel Kicillof en una movilización frente al Congreso, el oficialismo reconoce que será una sesión “difícil” y trabaja contrarreloj para mantener a raya las deserciones dentro de sus bloques aliados. Cuatro diputados ausentes en las votaciones anteriores —vinculados a los gobernadores de Chaco, Mendoza y Entre Ríos— podrían definir el resultado de una jornada legislativa que pondrá nuevamente a prueba la relación entre el Congreso y la Casa Rosada.