Elecciones bonaerenses: anécdotas, demoras y momentos insólitos en una jornada marcada por el desconcierto

Las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires no estuvieron exentas de episodios llamativos que, por momentos, le robaron protagonismo a los candidatos. La jornada comenzó con una pregunta repetida en toda la provincia: “¿Dónde voto, entonces?”. El desconcierto generalizado se debió a los cambios en el padrón electoral, que llevaron a miles de ciudadanos a consultar la web oficial, la cual colapsó durante la mañana. Con más de 100 mil ingresos simultáneos, el sistema dejó de funcionar por casi dos horas y recién pasado el mediodía se pudo conocer el primer dato oficial: hasta las 13, había votado apenas el 29,74% del padrón.

Mientras tanto, en las escuelas se multiplicaron las demoras para abrir las mesas, principalmente por la ausencia de autoridades. En La Plata, un joven de 21 años intentó escapar corriendo cuando le informaron que debía asumir como presidente de mesa. “El pique le duró poco”, ya que fue interceptado por la policía a los 50 metros y obligado a regresar para cumplir su rol. En Mar del Plata, en tanto, otro ciudadano logró evadir la responsabilidad: cuando los agentes le comunicaron que debía quedarse, huyó a toda velocidad y se subió a un auto, escapando del colegio.

El Instituto Pedro Poveda, en Vicente López, donde votó Karina Milei, también concentró escenas singulares. Allí, alumnos y madres vendieron pastafrola y bizcochuelos para recaudar fondos para un viaje de estudios. Uno de los jóvenes explicó que buscan dinero para “un viaje de estudio a Tandil” y, tras aparecer en un móvil en vivo, recibieron donaciones en una cuenta bancaria. Sin embargo, la llegada de Karina poco después desató un caos. Rodeada de militantes libertarios, evitó el contacto con la prensa. “La gente tiene que ir a votar”, alcanzó a decir antes de regresar a su casa. En ese mismo lugar, alguien escribió “3%” al lado de su nombre en el padrón exhibido en la puerta, en alusión al escándalo por presuntas coimas en el área de Discapacidad.

Otros candidatos vivieron la jornada de forma más distendida. Malena Galmarini, aspirante a diputada bonaerense por Unión por la Patria, compartió mates con autoridades de mesa en Tigre antes de votar. En Florencio Varela, el libertario Maximiliano Bondarenko también se sentó a “matear” con fiscales y presidentes de mesa, y luego habló “sobre sospechas de corrupción” en el proceso electoral.

La jornada electoral también tuvo espacio para la protesta y la denuncia. En Remedios de Escalada, una gigantografía con la imagen del fotógrafo Pablo Grillo —herido por un disparo de gendarmería mientras cubría una protesta— se convirtió en símbolo de reclamo de justicia en la escuela donde debía votar. En Necochea, en tanto, un vecino denunció que, mientras acudía temprano a sufragar, ladrones entraron a su casa y se llevaron un televisor y un reproductor de DVD.

Entre el desconcierto por los cambios de padrón, las demoras en la apertura de mesas y los episodios insólitos, la elección bonaerense se convirtió en un espejo de la tensión y la expectativa que atraviesan el proceso electoral, con un 40% del electorado nacional definiendo mucho más que una legislativa provincial.