El caso Hotesur-Los Sauces vuelve a poner a Cristina Fernández de Kirchner en el centro de la escena judicial. Una pericia contable de 42 páginas, firmada por peritos oficiales, representantes del Ministerio Público Fiscal y especialistas designados por la defensa de la ex presidenta y del empresario Lázaro Báez, concluyó que la empresa Valle Mitre —administradora de los hoteles de los Kirchner— carecía de financiamiento propio y dependía casi en exclusiva de Austral Construcciones, la constructora insignia de Báez.
La investigación, reabierta por orden de la Corte Suprema, se centra en las operaciones de Hotesur SA, la firma hotelera de la familia Kirchner, y de Los Sauces, su inmobiliaria. Según el requerimiento de elevación a juicio, ambas compañías no tenían un giro comercial real sino que funcionaban como “una pantalla” para maniobras de lavado de activos. “La mayor parte del activo de Valle Mitre en todos los ejercicios analizados se encuentra financiado con terceros, quedando un porcentaje menor financiado con capital propio”, concluyeron los peritos de la Corte y de la fiscalía.
Los contratos entre Valle Mitre y Hotesur, analizados en detalle, comenzaron en noviembre de 2008 con un canon mensual de 40.000 dólares por la explotación del hotel Alto Calafate, además de 100.000 dólares por la cesión de bienes e inventario. Posteriormente, entre 2009 y 2010, se pactaron 80.000 dólares mensuales, y en los años 2011-2012 el acuerdo pasó a expresarse en pesos, con un pago de 469.272 mensuales. La pericia demostró que el patrimonio neto de Valle Mitre era insuficiente para sostener esos compromisos: “El alquiler mensual ascendía a 40.000 dólares y el patrimonio neto sólo alcanzaba para cubrir un mes”, advirtieron los especialistas.
El análisis financiero mostró además que Austral Construcciones fue el principal cliente de los hoteles, representando el 45,26% de la facturación en 2010 y 2011. “Para los años 2010 y 2011, el cliente con mayor monto de facturación es Austral Construcciones, cuyo total neto asciende a 20.575.827,76 pesos”, señalaron los peritos oficiales. En conjunto, las empresas de Báez representaron el 52,52% de las ventas de Hotesur. También figuraron Aerolíneas Argentinas (7,58% de la facturación) y un grupo de clientes minoritarios, aunque con montos muy inferiores.
El circuito descripto en la pericia refuerza lo ya señalado en el caso Vialidad: el dinero de la obra pública adjudicada de forma irregular a Austral Construcciones terminaba en los hoteles de la familia Kirchner. Desde 2009 hasta 2013, Báez transfirió a través de Valle Mitre unos 27,5 millones de pesos a los ex presidentes por la explotación del Alto Calafate y otros establecimientos.
Los jueces del Tribunal Oral Federal 5 —José Michilini, Nicolás Toselli y Adriana Palliotti— recibieron la pericia la semana pasada. Este informe será central en el futuro juicio oral, que volverá a sentar en el banquillo a Cristina Kirchner y a Lázaro Báez, entre otros imputados. La clave, según la Justicia, es que Valle Mitre no funcionaba como una empresa hotelera genuina, sino como un engranaje de un circuito financiero diseñado para asegurar una caja a la familia Kirchner con fondos provenientes de la obra pública.