Caputo defiende endurecimiento financiero y atribuye dificultades de deuda al clima preelectoral

En medio de crecientes tensiones con el sistema bancario y la falta de liquidez, el ministro de Economía, Luis Caputo, justificó las medidas sorpresivas adoptadas durante las últimas horas para reforzar el control sobre el mercado financiero. La explicación se produjo tras la accidentada licitación de deuda del miércoles, en la que solo se refinanció el 61% de los $15 billones que vencían esa semana. Caputo vinculó la renovación insuficiente de los vencimientos en pesos con el contexto político preelectoral, aunque la city y consultoras sostienen que la causa es más técnica: la necesidad de sostener el dólar por debajo de los $1.400.

“Si la no refinanciación del 100 por ciento de la deuda, no fuera entendida de esta manera por el Banco Central (como es la situación actual, producto del escenario pre-electoral), esos pesos se esterilizarán, ya sea a través de encajes remunerados, no remunerados, u otro mecanismos que el BCRA considere pertinente”, señaló Caputo. Según el ministro, cuando el Tesoro no logra refinanciar la totalidad de los vencimientos, utiliza los pesos disponibles en el Banco Central, sin afectar la base monetaria. El llamado “Punto Anker”, mecanismo mediante el cual los bancos absorben el exceso de pesos para financiar crédito privado, ya no operaría bajo el nuevo escenario político, explicó el funcionario.

El endurecimiento financiero anunciado incluyó una fuerte suba de encajes por segunda vez en agosto, obligando a los bancos a inmovilizar hasta el 50% de sus tenencias en pesos. Además, se aplicarán controles estrictos y multas ante posibles incumplimientos, mientras se prepara una licitación extraordinaria de deuda para el lunes con el objetivo de absorber pesos adicionales. Estas medidas llegan después de que el Tesoro debiera pagar casi $6 billones en efectivo debido a la reticencia de los bancos a renovar la totalidad de la deuda, que se explica en parte por los pagos de sueldos y aguinaldos y la dificultad de expandir crédito privado.

Según Caputo, el Tesoro “canceló deuda con pesos ya emitidos, producto del exceso en la demanda de pesos”, sin generar inflación. No obstante, consultoras privadas interpretan que la política oficial ahora busca esterilizar cualquier excedente de pesos hasta las elecciones. “Caputo explicitó que el punto Anker no corre más y que va a esterilizar cualquier excedente de pesos que se registre de acá en adelante. Las condiciones financieras restrictivas van a permanecer hasta las elecciones”, comentó Sebastián Menescaldi, director adjunto de EcoGo.

En la city financiera, muchos analistas creen que los problemas para renovar deuda no están vinculados a la política electoral sino a la presión sobre el dólar y la necesidad de contener su cotización. “La suba de encajes es una medida antipática”, señalaron desde un banco extranjero. “Están escondiendo la verdadera razón, que es no quieren que el tipo de cambio remonte y quieren que expulsen dólares”, añadió un analista. La combinación de políticas restrictivas, intervención en futuros y eliminación de letras LEFI en julio generó mayor volatilidad en las tasas y tensionó todavía más el mercado cambiario.