El Gobierno nacional avanzó con una nueva medida de desregulación al eliminar y simplificar una serie de controles a productos importados que hasta ahora requerían trámites duplicados. La Resolución 313/25 de la Secretaría de Comercio, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, establece la eliminación de varios “reglamentos técnicos” que funcionaban como exigencias adicionales para fabricantes e importadores. Según las estimaciones oficiales, la medida permitirá suprimir alrededor de 12.000 trámites por año, lo que redundará en menores costos administrativos y, en consecuencia, en precios más competitivos para los consumidores.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, explicó la decisión a través de sus redes sociales. “Son documentos con especificaciones requeridas para ciertos productos. Solo un trasnochado académico puede pensar que el Estado tiene la capacidad de decirle al mercado cómo producir cada cosa. Me hace acordar a cuando los militares exigían que las cabezas de ajo tuvieran cierto tamaño”, escribió en X. Y añadió: “El resultado: una parafernalia de regulaciones y exigencias que nadie sabía si el mercado valoraba o necesitaba y que a la postre se convirtieron en una infranqueable barrera paraarancelaria que encarecía los productos de los argentinos. ¿O por qué piensan que los juguetes en la Argentina cuestan lo que cuestan?”.
Los productos alcanzados por esta desregulación abarcan categorías muy diversas, como juguetes, bicicletas infantiles, anteojos de sol, encendedores y tableros de madera, entre otros. Hasta ahora, se exigía repetir en el país ensayos, certificaciones y controles que ya habían sido realizados en el exterior, lo que generaba demoras y costos extra a las empresas. “Hace un año y medio Pablo Lavigne y Esteban Marzorati empezaron un trabajo de depuración. Lo de hoy aborda de los últimos que necesitaban simplificación o eliminación. Por ejemplo se pedía el grabado de anteojos, se pedían certificados locales para cada juguete que se importaba, o carísimos tests para muebles y maderas”, detalló Sturzenegger.
La resolución establece que, en adelante, se aceptarán certificados internacionales en el caso de los juguetes, se eliminará la exigencia de grabado en los anteojos y ya no será necesario realizar tests locales previos para cada producto de madera. Solo se especificará qué materiales no pueden utilizarse, en lugar de requerir pruebas costosas para cada importación. Para el ministro, esto no solo representa una reducción significativa en la burocracia estatal, sino también una mejora en las condiciones del mercado. “No solo se da más libertad para comerciar y producir, también se eliminan unos 12.000 trámites anuales en la Secretaría de Comercio: saquen la cuenta de los costos, porque a la postre, los pagábamos todos nosotros”, subrayó.
Finalmente, Sturzenegger enmarcó la decisión dentro de los lineamientos generales del Gobierno en materia económica. “En definitiva, vamos avanzando para sacar a nuestro país del sistema soviético de producción y movernos al de una economía más libre, próspera y con mejor calidad de vida que es lo que nos pide el Presidente”, concluyó en su mensaje. Con estas modificaciones, el Ejecutivo busca no solo agilizar procesos burocráticos, sino también dar señales de apertura y competitividad en un mercado históricamente marcado por fuertes restricciones.