Alberto Fernández, cerca de sentarse en el banquillo por violencia de género

El fiscal federal Ramiro González firmó el requerimiento de elevación a juicio oral contra el ex presidente Alberto Fernández, acusado de delitos vinculados a la violencia de género. Según la Fiscalía, la investigación llegó a su punto final y Fernández deberá responder ante un tribunal por los golpes físicos y psíquicos sufridos por Fabiola Yáñez durante más de una década. “De acuerdo a las pruebas reunidas en la causa, ya no existe nada más que discutir en la etapa preparatoria del juicio oral”, afirmó González en el requerimiento de 180 páginas presentado ante el juez federal Julián Ercolini.

El ex mandatario está procesado por dos hechos de lesiones leves y uno de lesiones graves, todos agravados por el vínculo, abuso de poder y amenazas coactivas. La causa, que se inició tras la revelación de Clarín, incluye episodios ocurridos mientras Fernández estaba en la presidencia y también hechos previos y posteriores a su mandato. Según el fiscal, durante ese tiempo el imputado “ejerció de un modo sistemático violencia psicológica contra Fabiola Yáñez bajo las formas de acosos, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad”.

La investigación analiza en detalle las lesiones físicas que sufrió la ex primera dama, que fueron enviadas en fotos por WhatsApp a la Secretaría de Fernández, y que incluyen golpes en el brazo y el ojo derecho de Yáñez. “No existen dudas acerca de los golpes recibidos por la entonces Primera Dama”, sostuvo González, quien además recordó que la ex primera dama había sido coaccionada para no denunciar los hechos, recibiendo intimidaciones sobre la manutención y la tenencia de su hijo.

Durante la pesquisa, la fiscalía recopiló declaraciones de médicos presidenciales, personal de la Quinta de Olivos, familiares y la esteticista de Yáñez, además de copiosa prueba documental, historias clínicas, videos y registros de comunicaciones de WhatsApp y llamadas telefónicas desde 2016. “La defensa intentó demorar la investigación, pero el expediente quedó inmediatamente configurado como un caso de Derechos Humanos de las mujeres”, señaló el fiscal González.

Con el respaldo de la Cámara Federal porteña, la fiscalía sostiene que la causa está lista para avanzar a juicio oral y público. La querella, según adelantó, no aceptará ningún tipo de “probation” ni reparación económica, y exige que Fernández comparezca frente a un tribunal. “En definitiva, se busca llegar a un estado de convicción suficiente que valore los contextos particulares en los que se da la violencia contra las mujeres”, concluyó González.

Los delitos que se imputan al expresidente —lesiones graves y leves agravadas por violencia de género y amenazas coactivas— representan penas de entre 3 y 18 años de prisión, según el Ministerio Público Fiscal, y marcan un hecho histórico: Fernández podría convertirse en el primer ex presidente argentino en sentarse en el banquillo por violencia de género.