En un contexto marcado por la reducción o salida de grandes multinacionales petroleras en Argentina, como Exxon, Petronas y posiblemente TotalEnergies, la empresa Raízen, que opera la destilería y estaciones de servicio de Shell en el país, comenzó a recibir ofertas no vinculantes por sus activos locales. Raízen, una sociedad conformada por Shell y la brasileña Cosan, está abierta a evaluar propuestas y está alentando a las principales comercializadoras de commodities que operan en Argentina a presentar ofertas, según publicó el medio brasileño O Estado de São Paulo (Estadão).
El valor potencial del negocio en venta podría rondar los 1.500 millones de dólares, recursos que serían destinados a reducir la deuda de Cosan, la mayor procesadora de caña de azúcar del mundo y uno de los principales distribuidores de combustible en Brasil. Aunque Raízen sostuvo conversaciones preliminares con la petrolera estatal Saudi Aramco, las negociaciones no prosperaron. Pese a que la expectativa por el resultado de las elecciones legislativas de octubre podría generar retrasos en el proceso, la publicación destacó que “las elecciones no se consideran un impedimento, ya que los activos de Raízen se consideran económicamente relevantes, incluso en un escenario más turbulento”. Entre los posibles interesados, vuelve a mencionarse a Trafigura, con base en Singapur y propietaria de Puma Energy en Argentina.
Desde Cosan aclararon que la decisión de vender no está completamente tomada, aunque reconocen que la operación en Argentina aporta pocas sinergias al negocio principal de producción y distribución de combustibles en Brasil, donde Raízen concentra sus esfuerzos. Los activos en el país incluyen la refinería de Dock Sud, la segunda más grande de Argentina con una capacidad de procesamiento de 100.000 barriles diarios; una red de más de 700 estaciones de servicio; una planta de lubricantes; tres terminales terrestres; dos bases de abastecimiento en aeropuertos; y activos de gas licuado de petróleo (GLP). Raízen adquirió los negocios de Shell en Argentina en 2018, cuando la refinería fue valorada en aproximadamente 1.000 millones de dólares. La eventual venta reflejaría el cambio en la estrategia de multinacionales que buscan ajustar su presencia en el mercado local.