Aumentos en combustibles tras suba del dólar podrían empujar la inflación de agosto hasta 3%

Después del salto cercano al 14% que registró el dólar en julio, las petroleras aplicaron incrementos en los precios de la nafta que oscilaron entre 1% y 1,5%, medida que impactará en el índice de inflación de agosto. YPF, la principal empresa del sector, dejó de comunicar oficialmente los ajustes, dado que implementó un sistema de precios dinámicos que varían diariamente según la zona y la demanda en cada estación de servicio. En diálogo con Clarín, la compañía explicó que en algunas localidades se registraron subas promedio del 1%, mientras que en otras hubo bajas de similar magnitud.

Por su parte, otras compañías siguieron la misma tendencia. Axion aplicó un aumento promedio del 1,5% el último viernes, mientras que Shell actuó en línea con el mercado. Desde Puma reconocieron: “Seguimos al mercado”, reflejando un movimiento coordinado para trasladar los costos. Los precios de los combustibles están condicionados por cuatro variables principales: el precio internacional del petróleo, la cotización del dólar, los costos asociados a biocombustibles y los impuestos internos. El reciente aumento parcial en los impuestos a los combustibles líquidos, aplicado el 1° de agosto, junto con el incremento del impuesto al dióxido de carbono, representó un traslado al surtidor de aproximadamente 0,5%. El resto del ajuste depende de la decisión de cada petrolera, según indicaron desde la industria.

En lo que va del año, YPF ya había realizado dos aumentos significativos en julio, de 3,5% y 2,5% respectivamente, consolidando una suba acumulada del 14,35% para la nafta súper. Sin embargo, desde el sector sostienen que aún existe un atraso tarifario cercano al 15%, en comparación con la suba del dólar y el precio internacional del crudo, que creció alrededor del 4% en julio. Los analistas advierten que esta combinación de incrementos en combustibles y la escalada del dólar podría llevar la inflación de agosto a ubicarse entre 2% y 3%. Además, otros sectores ya comenzaron a trasladar estos costos: el sector automotriz anticipó aumentos de hasta 5% en los vehículos 0 kilómetro, mientras que las empresas de consumo masivo notificaron a los supermercados subas proyectadas de entre 2% y 9% en productos de primera necesidad.