Con el avance del año electoral, el Gobierno de Javier Milei enfrenta un escenario complicado en el Congreso, donde perdió el control de la agenda legislativa y deberá resistir la presión opositora hasta fin de año. Tras acumular varios reveses en las últimas semanas, el presidente se prepara para vetar proyectos claves que implican aumentos en las jubilaciones, la extensión de la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad, argumentando que comprometen el superávit fiscal. En paralelo, desde el Ejecutivo evalúan ofrecer concesiones a los gobernadores para consolidar un tercio de votos que le permitan sostener esos vetos y contener la ofensiva de la oposición.
La semana pasada, el oficialismo intentó sesionar en Diputados para tratar proyectos que aumentan fondos a las provincias y otros relacionados con el Hospital Garrahan y el Financiamiento Universitario, pero la falta de coordinación opositora y la tibieza de los mandatarios provinciales frustraron la convocatoria. Ahora, las expectativas están puestas en la primera semana de agosto, cuando también podrían llegar los vetos presidenciales, aunque mucho dependerá de la posición que adopten los gobernadores en la negociación. El primer semestre legislativo dejó un saldo desigual para el oficialismo: logró suspender las PASO y aprobar leyes clave de seguridad, pero desde marzo no consiguió aprobar ninguna iniciativa propia ni ratificó los pliegos para la Corte Suprema, aunque sí logró confirmar un decreto relacionado con la deuda con el FMI.
El Gobierno también enfrenta tensiones internas y desafíos políticos que complican su gestión en el Congreso. A diferencia del año pasado, no cuenta con el apoyo asegurado de los llamados “87 héroes” en Diputados y debe reconstruir esa base. Además, la interna del PRO genera incertidumbre: durante la votación del aumento jubilatorio hubo una abstención masiva y un voto a favor de un diputado cercano a Mauricio Macri. En este contexto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, está trabajando en fortalecer vínculos con los gobernadores, cuyo respaldo será clave para aprobar o rechazar los vetos. En el Senado, la oposición aprobó proyectos promovidos por mandatarios provinciales para automatizar el envío de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y modificar la coparticipación de impuestos a los combustibles, textos que ahora deberán ser tratados en Diputados, donde el oficialismo controla las comisiones clave.
Por otro lado, la oposición avanza con otros proyectos en Diputados, como la emergencia en pediatría y residencias, y el financiamiento universitario, mientras que el caso $LIBRA y la investigación contra el jefe de Gabinete representan un foco de presión constante. El gran desafío para el Ejecutivo será la aprobación del Presupuesto, que aún gobierna con el plan heredado de 2022 y que fue prorrogado dos veces sin pasar por el recinto. El Ministerio de Economía ya presentó un adelanto que proyecta una inflación del 22,7% para fin de año, un dólar oficial a $1.229 y un crecimiento del 5,5% para 2025. En el primer semestre, el Congreso recibió más de 1.400 proyectos, pero solo 29 lograron media sanción y ocho se convirtieron en ley, lo que refleja la ralentización del trabajo parlamentario.