El Gobierno logró contener la escalada del dólar en una rueda marcada por una fuerte suba de las tasas en pesos, que superaron el 50%, en un intento por descomprimir la demanda de divisas y estabilizar el tipo de cambio. El dólar mayorista cerró en $1.275, con una baja diaria del 0,8%, mientras que el dólar minorista terminó en $1.300, sin cambios respecto al viernes pasado. Sin embargo, el dólar blue aumentó 15 pesos, alcanzando los $1.320, reflejando la persistente volatilidad del mercado paralelo.
La tensión financiera se mantiene desde que el Gobierno decidió eliminar las Letras de Liquidez Financieras (LEFI), instrumentos que los bancos utilizaban para manejar su liquidez a un día de plazo. Esta medida liberó cerca de $10 billones, generando una presión adicional sobre el dólar y obligando al equipo económico a aumentar las tasas de caución para atraer pesos. “La decisión de eliminar LEFI trajo un aumento de la volatilidad de las tasas de caución afectando severamente el rendimiento de las Lecaps a lo que se suma un cronograma de vencimientos bien desafiante”, indicó un informe de Aurum Valores.
Durante la rueda, la tasa de caución a un día se mantuvo por encima del 50%, fenómeno que Nicolás Cappella, analista de IEB, calificó como “otra fea rueda para el mercado argentino”. En paralelo, fuentes del mercado señalaron que el Gobierno volvió a intervenir en el mercado de dólar futuro con el fin de moderar las expectativas de un salto en el tipo de cambio. “Creemos que con este nivel de tasas y de tipo de cambio, se abre una nueva ventana para el carry trade, aunque la tasa de caución tan alta representa un obstáculo importante para que el escenario sea más favorable”, añadió Cappella.
El economista Gabriel Caamaño sostuvo que “desde que pasó lo de las LEFI se desanclaron las expectativas del tipo de cambio. Hay mucha volatilidad y la tasa está haciendo fuerza para calmar un poco el dólar”. Sin embargo, advirtió que “estos niveles de tasas no deberían prolongarse demasiado porque van a deteriorar la actividad económica y, por la vía de los costos financieros, afectarán el resultado fiscal”. Para Caamaño, “deberían ser transitorias; si se sostienen durante demasiado tiempo no es una buena señal”.
Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero, describió el difícil panorama para los bancos: “Se enfrentaron a dos alternativas malas: vender Lecaps cortas a un precio bajo o tomar cauciones a tasas altas”. Casabal agregó que, a menos que ingresen pesos desde otras fuentes —como compras masivas de dólares a exportadores o emisiones de deuda—, el mercado seguirá enfrentando una escasez de liquidez hasta la próxima licitación, donde los bancos podrían dejar vencer parte de sus posiciones para aliviar la falta de pesos.
El Banco Central mantuvo su política de no intervenir en el mercado durante la jornada, y no hubo señales de compras de divisas por parte del Tesoro. No obstante, las reservas oficiales cerraron en US$40.650 millones, con un leve incremento de US$263 millones en el día. La compleja combinación de tasas elevadas y control cambiario marca un nuevo capítulo en la lucha por estabilizar el mercado, aunque a un costo elevado para la economía local.