Cristina Kirchner cumple una semana de arresto domiciliario entre restricciones y presiones para ampliar visitas

Cristina Kirchner atraviesa su primera semana bajo arresto domiciliario en su departamento de San José 1111, en Buenos Aires, tras ser condenada a seis años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio del Estado. En este contexto, su defensa presentó un listado de aproximadamente 15 personas autorizadas para visitarla sin restricciones, entre familiares, abogados, apoderados y contadores, mientras aguarda una resolución clave de la Cámara de Casación sobre si debe haber limitaciones en las visitas que recibe. La entrega de ese listado, a cargo del abogado Carlos Beraldi y conforme a lo ordenado por el juez Jorge Gorini, incluye a sus hijos Máximo y Florencia, y a su equipo legal, aunque mantiene bajo reserva los detalles específicos.

El Tribunal Oral Federal, conformado por los jueces Gustavo Hornos, Diego Barroetaveña y Mariano Borinsky, debe decidir si el arresto domiciliario de la expresidenta puede incluir restricciones en las visitas. La resolución previa establece que cualquier persona que no forme parte del listado aprobado debe pedir autorización judicial para ingresar al domicilio. La defensa de Kirchner busca evitar esta supervisión y mantiene que, por su rol político y “vida social”, no deberían imponerse límites. En paralelo, un dispositivo kirchnerista presiona a la Justicia: diputados y senadores de Unión por la Patria anunciaron que visitarán a la exmandataria “sin autorización judicial”, argumentando que la situación “reviste relevancia institucional, política y democrática”.

Mientras tanto, Cristina Kirchner goza de ciertos privilegios en su arresto domiciliario, como acceso a internet, uso de celular y posibilidad de pedir delivery, beneficios que no están disponibles para otros detenidos en condiciones similares. Sin embargo, si se mantiene la exigencia de autorización para visitas fuera del listado, serán sus abogados, Carlos Beraldi y Ariel Llernovoy, quienes deberán tramitar dichos permisos. Esta situación generó una inusitada movilización: luego de que el abogado Gregorio Dalbón instara a enviar solicitudes de visita por mail al Tribunal Oral Federal 2, se recibieron más de mil correos en menos de 24 horas reclamando autorización para visitar a la expresidenta. Los magistrados respondieron que “los pedidos de autorización deben ser exclusivamente gestionados por la parte demandante” y derivaron las solicitudes a los abogados de Kirchner para que las traten según corresponda.

En medio de la espera por la definición judicial, la defensa y su espacio político continúan buscando ampliar las visitas sin restricciones, mientras el máximo tribunal penal se prepara para emitir un fallo que podría marcar un precedente en la interpretación de las condiciones de arresto domiciliario en causas de alta relevancia política.