Tras el regreso del presidente Javier Milei de su gira por Europa e Israel, el Gobierno se prepara para profundizar su política de ajuste sobre los organismos descentralizados. El foco ahora está puesto en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que podrían ser absorbidos parcialmente por el Ministerio de Economía. La medida busca recortar gastos administrativos y reducir personal, mientras reaviva tensiones dentro del gabinete económico.
Desde el equipo de Luis Caputo confirmaron que “la idea es cerrar los cambios entre martes y miércoles”, aunque en el Ministerio de Desregulación que comanda Federico Sturzenegger evitaron dar una fecha. Ambos funcionarios protagonizan una puja por el control del ajuste, tras el acuerdo que sellaron en julio pasado para dividirse el poder económico. Ahora, con el vencimiento de las facultades delegadas previsto para el 8 de julio, Sturzenegger acelera los decretos que permitirían reorganizar y centralizar áreas del Estado, una reforma habilitada por la Ley Bases.
En ese marco, el INTI pasaría a concentrar su estructura administrativa bajo una unidad central del Ministerio de Producción, mientras que el INTA mantendría su esquema actual, pero vería centralizadas funciones clave como recursos humanos y pagos. “La idea es que pase a centralizarse en una unidad sustantiva como dirección nacional o subsecretaría”, explicaron fuentes de Economía. La subsecretaría a cargo de Carlos Ampugnani sería la encargada de esa tarea, lo que implicaría un fuerte recorte de personal y funciones.
No obstante, puertas adentro del INTI y el INTA crecen la preocupación y el malestar. Las autoridades del INTI ya elevaron una carta advirtiendo que la centralización implicaría la pérdida de autonomía operativa, afectando su capacidad para gestionar fondos, firmar convenios tecnológicos y proteger propiedad intelectual. En el INTA, su actual interventor Nicolás Bronzovich ya impulsó una drástica reestructuración, reduciendo de 11 a 3 las direcciones nacionales y eliminando 500 puestos de trabajo.
El trasfondo de la medida no solo es económico. Según fuentes del propio INTA, la verdadera disputa gira en torno al control político del organismo. “Caputo tiene miedo que se le metan adentro”, señalaron, en referencia al avance de Sturzenegger. El exministro de Mauricio Macri viene cuestionando la autarquía del INTA, al que calificó como una “caja” con la capacidad de generar ingresos propios fuera del control central.
Si bien el ministro de Agricultura, Sergio Iraeta, aseguró que “el DNU sale”, aún no hay precisiones sobre el alcance final de la reorganización. En Producción consideran que el ajuste realizado en 2023, que implicó la reducción de 716 empleados en el INTI, fue “suficiente”, mientras que el entorno de Sturzenegger sostiene que “el recorte debe seguir”. Con el apoyo de Milei y la presión del FMI, el Gobierno busca avanzar con una reforma que promete nuevos enfrentamientos internos y un fuerte impacto sobre el sistema científico y tecnológico nacional.