Con el objetivo de incentivar el consumo interno y ampliar la base de recaudación, el Gobierno anunció este viernes un paquete de medidas fiscales orientadas a facilitar la incorporación al sistema formal de millones de trabajadores autónomos, monotributistas, empleados y pymes. El plan incluye la derogación de regímenes de información, una suba significativa de los montos a partir de los cuales las operaciones deben ser reportadas al fisco y la creación de un nuevo régimen simplificado para el Impuesto a las Ganancias. “Este cambio de régimen apunta a devolverle la libertad a la gente, y dejar de pensar que la gente que se refugió en la informalidad es delincuente”, declaró el ministro de Economía, Luis Caputo, durante una conferencia de prensa en Casa Rosada.
Las medidas, que serán oficializadas mediante un decreto y resoluciones de organismos como ARCA, UIF y el Banco Central, se completarán con un proyecto de ley que busca reformar el régimen penal tributario y de procedimiento tributario. “Hemos normalizado prácticas absurdas, como obligar a los bancos a reportar todas las extracciones de efectivo y a los comercios a informar cualquier tipo de compra”, sostuvo el vocero presidencial Manuel Adorni, al presentar los cambios. El objetivo inmediato no es aumentar la recaudación directa de los nuevos inscriptos, sino dinamizar la economía mediante un mayor consumo y aumentar la recaudación del IVA, que representa el 40% del PBI, frente al escaso 1,8% que aportan hoy los autónomos.
Entre los puntos clave, se destaca la derogación de regímenes informativos vinculados al consumo cotidiano, como compras con tarjeta o billeteras virtuales, pago de servicios y operaciones inmobiliarias. Además, se incrementarán los umbrales a partir de los cuales bancos y comercios deben informar al fisco: por ejemplo, las extracciones de efectivo solo se reportarán si superan los $10 millones, y los saldos bancarios al cierre del mes se informarán a partir de $50 millones para personas físicas. También se lanzará, desde junio, un nuevo régimen de Ganancias que eximirá a quienes se adhieran de ser fiscalizados por sus consumos o patrimonios. “Es condición indispensable adherirte al régimen simplificado”, indicó un funcionario de ARCA.
El nuevo esquema fiscal apunta a formalizar a más de 9 millones de personas que manejan fondos no declarados. El incentivo incluye, además, la posibilidad de acceder al crédito formal, algo que hoy se les niega a quienes están fuera del sistema. “Hay un sinnúmero de personas que pueden formalizarse para tener un crédito”, sostuvo otro vocero oficial. El plan excluye a los grandes contribuyentes, como empresas que superen los umbrales anuales de entre $569 millones y $22.744 millones, según su rubro, para enfocar los recursos estatales en controlar los patrimonios más significativos.
La propuesta, alineada con recomendaciones del FMI, también contempla la modificación de las penas por evasión y los plazos de prescripción. Desde el oficialismo aseguran que el nuevo régimen busca blindar a quienes decidan ingresar fondos al sistema para evitar eventuales sanciones futuras. “El sistema simplificado pareciera orientarse a crear un tapón fiscal que permitirá abrir paso a los dólares que están debajo del colchón”, analizó Alberto Mastandrea, socio de Impuestos de BDO, quien consideró que, si se sostiene en el tiempo, la medida podría habilitar una formalización masiva genuina.