En un nuevo paso hacia la desregulación del mercado aéreo, el Gobierno nacional oficializó este martes una serie de reformas en el Código Aeronáutico que, según indicaron desde la Secretaría de Transporte, apuntan a “simplificar y desregular normas obsoletas con más de 55 años de antigüedad”. Entre los cambios más relevantes se encuentra la eliminación de la obligación de emplear personal argentino en servicios aerocomerciales, tanto en vuelos locales como internacionales que operen en territorio nacional.
La resolución, publicada en el Boletín Oficial, fue presentada como parte de una estrategia para abrir el mercado aerocomercial, fomentar la competencia y facilitar la llegada de nuevas aerolíneas y operadores. “Otorga mayores libertades al sector aéreo y desburocratiza la industria para consolidar la apertura del mercado aerocomercial argentino”, expresaron desde el organismo oficial. Además, se facilitará el ingreso de nuevos servicios aeroportuarios, como operadores de rampa, mediante reglas más flexibles.
Otro de los puntos clave de la reforma es la posibilidad de matricular aeronaves con “mayor libertad contractual”. Esto implica que las partes podrán pactar libremente los términos del contrato, tanto en Argentina como en el exterior, siempre que este sea inscripto en el Registro Nacional de Aeronaves y cumpla con los requisitos legales. También se modificaron los requisitos para la constitución de sociedades del sector: ya no será necesario que dos tercios del directorio estén compuestos por ciudadanos argentinos. “De esta manera se transparenta la constitución de determinadas sociedades de capital extranjero que antes tenían que ser representadas por terceras personas”, explicaron fuentes oficiales.
En la misma línea de desregulación, se eliminaron varias exigencias administrativas, como la necesidad de contar con un jefe en cada aeródromo público, salvo cuando la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) lo considere indispensable. Se busca así evitar superposiciones de funciones y reducir la burocracia. También se simplificaron los trámites de los operadores, que ya no deberán presentar documentación en instancias duplicadas, como libros de actas.
Además, se habilitó el uso de aeronaves de matrícula extranjera sin necesidad de que sean tripuladas, asistidas o mantenidas por personal argentino, algo que era obligatorio según la ley 17.285. Las aerolíneas tampoco deberán contar con aprobación previa del Poder Ejecutivo para definir itinerarios, frecuencias y tarifas, lo cual ahora será coordinado directamente con los operadores aeroportuarios. También se eliminó el derecho de preferencia que tenía el Estado para adquirir bienes de empresas aeronáuticas en caso de cese de actividad.
Con esta batería de cambios, el Ejecutivo apuesta a “una mayor modernización” del sector, en un contexto donde las señales apuntan a una creciente apertura a inversiones extranjeras. Sin embargo, la eliminación de la preferencia por mano de obra nacional podría desatar resistencias gremiales en los próximos días.
