Contra las previsiones de las encuestas, el oficialista Manuel Adorni se impuso en las elecciones legislativas de la Ciudad de Buenos Aires, superando al candidato kirchnerista Leandro Santoro y marcando un importante respaldo para el gobierno de Javier Milei. El resultado no solo representa una victoria política, sino que también genera expectativas positivas en el ámbito económico: analistas del mercado prevén una jornada con números verdes este lunes, alentada por el resultado electoral y su impacto en los activos argentinos.
La gran novedad de esta elección fue la derrota del PRO, que por primera vez en más de diez comicios consecutivos no logró imponerse en su bastión histórico. Esta caída profundiza la reconfiguración del mapa político porteño y nacional, y anticipa una posible polarización más marcada de cara a las elecciones presidenciales de octubre. “Lo más importante de lo que pasó este domingo es que se quebró la posibilidad de que haya una coalición del centro que pueda ayudar a conducir una política de Estado”, señaló un operador del mercado, quien agregó: “De corto plazo es positivo para las posiciones financieras; pero a mediano plazo es negativo, porque lo que prevalece es el conflicto y la pelea entre dos sectores que miran la política desde dos miradas contrapuestas”.
En el ámbito económico, los analistas celebran haber superado un test electoral que amenazaba con complicar al oficialismo. “Hay una cierta sorpresa, porque existía la duda de si ganaba Santoro. Entonces, haber evitado esa foto incómoda para el Gobierno de una victoria del kirchnerismo resulta una buena noticia, que se encadena con las últimas que se dieron”, explicó Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen. En este contexto, el índice Merval acumula una suba cercana al 12% en dólares en lo que va del mes, mientras que algunas acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York ya muestran alzas de hasta el 24%. Aunque los bonos en dólares presentan un desempeño mixto, el riesgo país continúa por debajo de los 700 puntos, un dato alentador para el Gobierno.
Desde el Grupo IEB destacaron que el repunte del mercado responde tanto a factores internacionales —como el alivio en las tensiones entre Estados Unidos y China— como a señales locales. “El mejor contexto local ante la mejora en la calificación crediticia de Argentina, el desempeño favorable del oficialismo en las elecciones provinciales y la desaceleración en los niveles de inflación durante abril, llevaron a un repunte de las acciones locales, siendo el sector reguladas el de mayor desempeño desde comienzos de abril”, señalaron.
En cuanto al frente cambiario, el Gobierno reafirmó su decisión de no intervenir hasta que el dólar oficial se acomode por debajo de la banda de flotación, mientras continúa negociando un nuevo Repo con bancos internacionales y una posible colocación de un bono “peso linked” para reforzar reservas. “La expectativa hacia adelante, en caso de sostenerse el tipo de cambio entre el piso y el centro de las bandas y con las dudas respecto al acuerdo con el FMI despejadas, es sumamente positiva”, afirmaron desde IEB.
No obstante, la ruptura del equilibrio político porteño y la caída del PRO abren interrogantes sobre la gobernabilidad y la posibilidad de consensos amplios, en un escenario cada vez más polarizado entre el oficialismo libertario y el kirchnerismo. Aunque el resultado le da aire al Gobierno, también plantea desafíos de cara a la construcción de un proyecto político estable en el mediano plazo.