Polémica por la baja de impuestos a celulares: Gobierno apunta a Tierra del Fuego y defiende impacto económico

A menos de 24 horas del anuncio oficial sobre la reducción de impuestos y aranceles a los celulares, la medida generó un fuerte debate, especialmente en Tierra del Fuego, la provincia donde se ensamblan la mayoría de los teléfonos que se venden en el país. Esta región, que históricamente contó con un régimen especial de protección para la industria local, enfrenta ahora cuestionamientos desde el Gobierno nacional. El gobernador peronista de Tierra del Fuego expresó su rechazo, mientras que empresarios locales advirtieron sobre las posibles consecuencias laborales. En respuesta, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sostuvo que el régimen vigente en la isla genera una pérdida neta de 60 mil empleos en todo el país.

En un extenso mensaje publicado en la red social X, Sturzenegger defendió la medida y destacó que “hay que analizar el tema desde la óptica del equilibrio general”. El funcionario explicó que aunque la menor protección pudiera implicar la reducción de algunos puestos de trabajo en Tierra del Fuego, la baja en el costo de los celulares beneficiará a los 47 millones de argentinos, que tendrán más dinero para gastar en otros sectores. “¿Cuánto empleo creará ese gasto adicional? Mucho más que los que se pierden, porque el ensamblaje es una actividad poco mano de obra intensiva, por ejemplo, relativo a servicios”, afirmó. El ministro recordó que, según una estimación previa, la protección industrial en la isla provocaría una pérdida neta de alrededor de 60.000 empleos en el conjunto del país.

La polémica también se manifestó con el pronunciamiento de Luis Galli, CEO de Newsan, empresa que emplea a 11 mil trabajadores en Tierra del Fuego para el ensamblaje de tecnología. Galli advirtió que la medida “traerá consecuencias en la gente”, en clara referencia a posibles pérdidas laborales. Sturzenegger respondió con un análisis económico y político: “El CEO de Newsan que faltaba para converger en productividad. Es un clásico que las industrias protegidas nunca convergen en productividad”, escribió. El ministro planteó que mantener la protección había condenado a la industria local a un estancamiento y que abrir la importación de bienes de capital usados podría elevar la productividad nacional a niveles internacionales. Además, lanzó una propuesta que llamó la atención: convertir a Tierra del Fuego en un “parque de diversiones” turístico, dada su privilegiada ubicación como puerta de acceso a la Antártida y sus múltiples atractivos naturales. “Es devastador el efecto del régimen de protección sobre la isla”, concluyó, criticando que la industrialización actual degrada el paisaje en lugar de potenciar un desarrollo turístico sostenible y de alto valor.