El Gobierno avanza en la desregulación del SENASA con la derogación de una norma de 1935 sobre exportación de hortalizas

El Gobierno nacional dio un paso importante en la transformación y desregulación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) con la firma del decreto 318/25, que derogó una antigua norma de 1935 que regulaba la tipificación, empacado y fiscalización de hortalizas frescas destinadas a la exportación. La medida, impulsada por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, busca eliminar trabas burocráticas y modernizar la normativa para adecuarla a las prácticas actuales del sector.

Según el decreto publicado en el Boletín Oficial, la normativa vigente hasta ahora “genera restricciones que hoy resultan anacrónicas respecto de las formas en que actualmente se comercializan y exportan las hortalizas en la República Argentina”. El texto sostiene que mantener normas desactualizadas provoca confusión en los sectores afectados y representa un obstáculo para la eficiencia tanto en los intercambios comerciales como en la gestión estatal. Por eso, el Gobierno consideró “necesario actualizar la normativa que rige la exportación de hortalizas” para permitir una operatoria más ágil, eliminando requisitos o exigencias innecesarias que entorpecen la competitividad del sector.

En este sentido, el decreto aclara que “se orienta a asegurar, en materia de hortalizas, que todos los procesos y productos se ajusten a los requisitos previstos por las normas internacionales aplicables, garantizando así una exportación libre de barreras regulatorias y acorde a los estándares de seguridad y salubridad exigidos por la normativa vigente”. Con la derogación de la norma reglamentaria, se suprimen requisitos relacionados con la habilitación en planta de origen y el envasado, que hasta ahora complicaban y ralentizaban el proceso de comercialización. Además, se destaca que “la eliminación de las mencionadas restricciones no afectará el estado de salubridad en la que se exportan las hortalizas, que se encuentra garantizado por el SENASA”.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, explicó en sus redes sociales que, a lo largo de los años, el SENASA había ampliado sus funciones para supervisar tres aspectos: la calidad de los productos, el proceso productivo y actuar como policía sanitaria. “Lo de la calidad es cosa de los militares me parece: la idea, por ejemplo, que un burócrata podía definir la calidad con la que había que producir, sobre todo en la exportación, donde se presumía el país se jugaba ‘el honor’ de la patria”, indicó. Sobre el control del proceso productivo, agregó que “es tan absurdo como que la Secretaría de Industria le ordene a la industria automotriz usar tal o cual robot (o no usarlos)”.

Para Sturzenegger, en un gobierno libertario como el que lidera Milei, la calidad y el proceso productivo son dimensiones que valida el mercado, y el Estado debe limitarse a la función de policía sanitaria para evitar infecciones, plagas y garantizar un comercio internacional fluido. En ese marco, recordó que el primer paso fue la desregulación del complejo frutícola mediante el decreto 312/25, y anticipó que próximamente se emitirán resoluciones que eliminarán regulaciones sobre la producción de hortalizas, enfocando al SENASA exclusivamente en su rol sanitario. “Literalmente dejamos de molestar al productor en las cosas que el productor debe resolver por sí mismo y concentramos la tarea en donde hay un valor útil de la supervisión estatal”, concluyó el funcionario.