A un mes de la liberación del cepo cambiario, el mercado cambiario muestra señales de calma, con un dólar más cerca del piso de la banda establecida por el Gobierno. Esta tendencia estaría siendo alentada desde el oficialismo con vistas a sostener cierta estabilidad hasta las elecciones de medio término. Si bien la liquidación del agro aporta una explicación estacional, en la City se especula con movimientos más dirigidos, como una posible emisión de un bono “peso linked”, que se suscribe en dólares y paga su rentabilidad también en dólares, pero al tipo de cambio oficial.
La semana pasada, el dólar mayorista cerró con una baja del 3,2%, ubicándose en torno a los $1.136. Aunque el Banco Central no intervino directamente en el mercado de contado, operadores señalaron una fuerte presencia en el mercado de futuros, lo que permitió una caída cercana al 10% en los contratos. “El dólar bajó con más oferta local y extranjera, con un BCRA que no compra, pero podría sumar reservas si coloca un bono off-shore ‘Pesos-Linked’, aun sin comprar en el MULC”, explicó el economista Fernando Marull. Además, destacó que “el Central está más presente en dólar futuro, garantizando nueva oferta de dólares (ya sea del agro o fondos off-shore)”, lo que permitiría que el tipo de cambio se mantenga en el corto plazo en una franja de entre $1.100 y $1.200.
Desde la consultora 1816 remarcaron que el foco del equipo económico sigue siendo “desinflar” y para ello es clave fortalecer la moneda. En ese sentido, destacaron dos señales relevantes de la semana pasada: la decisión tanto del BCRA como del Tesoro de no intervenir en el mercado cambiario mientras el dólar se mantenga dentro de las bandas, y una inédita intervención oficial en el mercado de futuros el miércoles y jueves, algo inédito durante la gestión Milei.
Por su parte, en la consultora Outlier subrayaron que crece la expectativa en el mercado sobre la colocación de un bono peso-linked por parte del Tesoro. “En los últimos días, funcionarios económicos como Felipe Núñez y Federico Furiase comenzaron a plantear la posibilidad de incrementar las reservas mediante la emisión de un título en pesos, suscribible y pagadero en dólares al tipo de cambio oficial”, señalaron. Esta estrategia permitiría acercarse a los objetivos pactados con el FMI, al tiempo que aprovecharía el retroceso del tipo de cambio mayorista y la baja en futuros como parte de una jugada previa a una colocación estimada en US$ 1.000 millones.
En LCG estiman que este bono podría capitalizar un “momentum” de ingreso de divisas producto de la cosecha, algunos préstamos en dólares, el reciente alivio para capitales externos y un eventual blanqueo mencionado por el ministro Caputo. En tanto, desde Mega QM señalaron que el Gobierno podría estar buscando alternativas para financiarse a menores costos y volver a abrir la puerta al mercado de capitales. “Posiblemente ese sería un disparador que cambie significativamente las expectativas de largo plazo y ayude a consolidar el programa económico”, indicaron. Aunque el camino es exigente, confían en que el Gobierno avanzará en la dirección de alinear expectativas cambiarias, bajar la inflación y reducir las tasas de interés para facilitar el financiamiento tanto a empresas como al propio Estado.