El mercado local se encuentra atravesando una etapa de alta incertidumbre, en la que las miradas se dividen entre dos frentes clave: las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la “guerra de aranceles” impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Mientras el ministro de Economía, Luis Caputo, se mantiene firme en su mensaje sobre el acuerdo con el FMI, asegurando que “será sin devaluación”, los operadores siguen atentos al comportamiento de los mercados, especialmente al tipo de cambio y las reacciones de los inversores. A pesar de la estabilidad aparente en el dólar paralelo, los mercados de futuros continúan mostrando señales de precaución, con los inversores buscando resguardarse ante una posible devaluación post elecciones de octubre.
En el plano financiero, los índices de Wall Street terminaron la jornada con pérdidas, con el Nasdaq a la cabeza, lo que afectó negativamente a las acciones argentinas que cotizan en la bolsa estadounidense. La mayoría de los papeles argentinos cerraron en baja, con caídas de hasta 4,5%. Este clima internacional adverso también se reflejó en la bolsa porteña, que registró una caída del 0,9%, aunque logró mantener las ganancias de la primera semana de marzo. Según el economista Gustavo Ber, “dentro de una etapa de mayor correlación con el clima externo, y por ende de volatilidad, los activos locales acompañan esta renovada cautela más allá de que la reciente toma de ganancias viene despertando entre los operadores interés por aprovecharla en busca de reforzar apuestas”.
Por otro lado, el mercado de bonos en dólares registró una mayoría de subas, impulsado por las expectativas de un acuerdo con el FMI que continúan favoreciendo a la deuda argentina. El riesgo país bajó a 714 puntos, y Luis Caputo, en un encuentro con empresarios, destacó que “va haber un acuerdo para el primer cuatrimestre. Es un paso muy importante. Nos hemos puesto de acuerdo cómo sigue el programa económico” y reafirmó que “como siempre dijimos: jamás el Fondo pidió una devaluación, no va a haber nada de eso”. Sin embargo, los inversores siguen tomando precauciones, lo que se reflejó en el aumento del dólar MEP, que subió un 0,2% y cerró a $1.237,86, mientras que en el mercado de futuros los contratos de fin de año mostraron una tendencia alcista, apostando a un dólar superior a los $1.300 en diciembre.
A pesar de la volatilidad del mercado, el Banco Central continuó con su estrategia de compras de divisas, adquiriendo otros US$ 169 millones y acumulando un saldo de US$ 400 millones en las dos primeras ruedas de marzo. Según Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambios, este tipo de movimientos no refleja un cambio de expectativas en el mercado. “El mantenimiento del crawling y las restricciones monetarias finalmente van a disipar dudas, en todos los meses al comienzo hay un corrimiento hacia arriba de las cotizaciones, sobre todo de los plazos más extensos y después durante el mes hay correcciones. Hay que esperar, marzo recién comienza, pero no hay indicios de cambios en la estrategia oficial”, concluyó.