El Gobierno intentó resolver el debate sobre un posible atraso cambiario con una jugada estratégica en la licitación de bonos de esta semana, un espacio que ha sido centro de disputas entre economistas y funcionarios. En el tercer evento de este tipo del año, Luis Caputo, ministro de Economía, ofreció un bono atado a la devaluación con vencimiento en enero de 2026. Sin embargo, la respuesta del mercado fue desalentadora. Apenas se colocaron $80.000, mientras que otros instrumentos en pesos y de plazos más cortos acapararon toda la atención de los inversores.
El Presidente ya había anunciado que el cepo cambiario se levantaría después de enero de 2026, justo cuando vence el bono dollar linked emitido por Caputo. Tras la licitación, tanto el ministro como el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, recurrieron a sus cuentas en la red social X para hacer un análisis de la baja demanda de este instrumento. “Ofrecimos un dólar linked para los que veían atraso cambiario, pero no tuvo demanda…”, señaló Caputo, mientras que Quirno remarcó: “Ofrecimos dolar linked a Enero 2026…y no vino casi nadie (adjudicamos 80.000 palos pesos a devaluación +5%). Una cosa son los que opinan, otra el mercado”.
A pesar de las declaraciones oficiales, algunos economistas se muestran cautelosos a la hora de interpretar este resultado como una prueba concluyente sobre el atraso del tipo de cambio. En la red social donde se inició el debate, el economista Constantino Hevia, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, afirmó: “No sé si el tipo de cambio está atrasado, pero lo que sí sé es lo siguiente: que una licitación de un bono atado al dólar oficial haya quedado desierta no implica que el tipo de cambio esté atrasado, en equilibrio o adelantado”. En la misma línea, su colega Miguel Zielonka destacó que la falta de demanda refleja las preferencias de los inversores, quienes no se mostraron dispuestos a pagar una prima de 7 puntos anuales por la cobertura cambiaria.
Por otro lado, Alejo Costa, de Max Capital, explicó que el Gobierno interpretó la baja demanda de los instrumentos dollar-linked como una señal de que el mercado no percibe una sobrevaluación del tipo de cambio. “Los instrumentos con vencimiento hasta junio de 2026 han estado reflejando una depreciación real cercana a 0% en las últimas semanas”, afirmó Costa, quien agregó que esto se debe a la expectativa de que las restricciones cambiarias se mantendrán hasta fines de 2025. Para Martín Polo, economista de Cohen, la falta de interés en el bono dollar linked podría ser una señal de que el mercado confía en que el Gobierno mantendrá el ritmo del crawling peg. No obstante, Polo advirtió que la discusión sobre el atraso cambiario continuará, ya que ningún Gobierno reconocerá abiertamente este fenómeno.
Por su parte, Belisario Alvarez de Toledo, de Grit Capital Group, expresó que el mercado se encuentra “muy bien anclado” debido a la falta de expectativas de devaluación a corto plazo. Según su análisis, además del bono ofrecido por el Tesoro, existen otros títulos dolarizados, tanto soberanos como corporativos, que no han mostrado demanda. En este contexto, la curva de futuros se alinea con la inflación esperada, sin anticipar un salto en el tipo de cambio. La licitación, por tanto, no solo refleja el clima de incertidumbre, sino también la evolución de las expectativas del mercado.