IMPSA, la histórica fabricante de turbinas con sede en Mendoza, pasó nuevamente a manos privadas tras la firma del traspaso al consorcio estadounidense Industrial Acquisitions Fund (IAF), cuyo principal socio es ARC Energy. La operación se concretó este martes al mediodía, cerrando así el proceso de privatización que inició el gobierno de Javier Milei en octubre de 2024.
El gobernador Alfredo Cornejo no estuvo presente en la firma del contrato debido a su gira comercial en Europa, pero participó vía Zoom junto a la vicegobernadora Hebe Casado y funcionarios nacionales, como el secretario de Industria y Comercio, Esteban Marzorati, y el titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, Diego Chaer. La Nación poseía el 63,7% de las acciones de la compañía a través del FONDEP, mientras que la provincia tenía el 21,2%, la familia Pescarmona el 5,3% y el 9,8% restante estaba en manos de acreedores.
ARC Energy, cuyos directivos estuvieron vinculados a la campaña de Donald Trump, se adjudicó la empresa el 8 de enero y debía negociar con los acreedores para resolver la deuda de IMPSA, que asciende a 576 millones de dólares. Si bien la fecha límite para cerrar el acuerdo era el 31 de enero, la empresa solicitó una prórroga hasta el 10 de febrero para definir los detalles de la renegociación. “Ha sido una batalla día a día, para que no se caiga el preacuerdo de venta que había, pero se ha podido alcanzar la renegociación de la deuda con los acreedores”, explicó uno de los negociadores. Entre los principales acreedores de IMPSA se encuentran el Banco de la Provincia de Buenos Aires, el Banco Hipotecario, el BICE, Export Development Canadá y la Corporación Andina de Fomento, entre otros.
El consorcio estadounidense se comprometió a inyectar 27 millones de dólares en la empresa y a mantener los 650 puestos de trabajo. El primer desembolso será inmediato y cubrirá el 25% del monto total, mientras que el resto se distribuirá a lo largo de 2025 y 2026. “Este esquema de desembolsos forma parte del compromiso asumido por la nueva administración para garantizar la sostenibilidad financiera de IMPSA”, indicaron las autoridades.
IMPSA fue rescatada en 2021 por el gobierno de Alberto Fernández, luego de una profunda crisis financiera provocada por negocios fallidos en Brasil y contratos incumplidos en Venezuela. Sin embargo, en octubre de 2024, la gestión de Milei abrió la licitación internacional para su privatización. ARC Energy fue el único oferente y, tras varios meses de negociaciones, se concretó la venta.
La empresa norteamericana busca aprovechar la experiencia de IMPSA en la fabricación de grúas para puertos y mantenimiento de centrales hidroeléctricas. En particular, apuntan a licitaciones en Estados Unidos para sustituir las grúas chinas en puertos estratégicos, una iniciativa impulsada por la administración de Joe Biden y que podría fortalecerse si Donald Trump regresa al poder.