El ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, respondió con dureza al mensaje de apoyo de la Asociación Madres de Plaza de Mayo hacia Nicolás Maduro, en el marco de su toma de posesión como presidente de Venezuela. Las Madres de Plaza de Mayo, conocidas por su lucha por los derechos humanos en Argentina, expresaron su respaldo a Maduro deseándole “fortaleza y sabiduría suficientes para continuar la Revolución Bolivariana” y enfrentar lo que describieron como “la planificación perversa de Estados Unidos”. Cúneo Libarona utilizó su cuenta de X para cuestionar a la organización y criticar su postura hacia el régimen venezolano, tachando a Maduro de “sanguinario socialista y corrupto”.
“Qué raro otra vez las Madres de Plaza de Mayo defendiendo a un sanguinario socialista y corrupto como Maduro”, disparó el funcionario en un mensaje público. En su crítica, Cúneo Libarona también destacó la incoherencia de la postura de las Madres de Plaza de Mayo al “mirar para otro lado” cuando se trata de un “dictador de izquierda” que, según el ministro, “persigue, tortura y hambrea a su pueblo”. A lo largo de su intervención, Cúneo Libarona sugirió que las Madres de Plaza de Mayo no aplican los principios de los Derechos Humanos en situaciones que involucran a gobiernos de izquierda, como el de Maduro.
El mensaje de apoyo de las Madres de Plaza de Mayo a Maduro, emitido el día previo a su toma de posesión para un tercer mandato en la Asamblea Nacional de Venezuela, fue calificado por la organización como un gesto de “solidaridad militante”. En su comunicado, las Madres también manifestaron su apoyo al pueblo venezolano y a su lucha por “construir su propio destino”, defendiendo la importancia de la unidad latinoamericana y el legado de Hugo Chávez. La organización concluyó su mensaje con un ferviente saludo a los pueblos latinoamericanos, afirmando: “¡Vivan los pueblos latinoamericanos! ¡Viva Venezuela!”.
Cúneo Libarona, por su parte, reaccionó a las declaraciones de las Madres justo antes de la jura de Maduro, que se produjo en un entorno militarizado y con dudas sobre la transparencia de su reelección. La discusión entre el gobierno argentino y la Asociación Madres de Plaza de Mayo refleja una creciente tensión sobre el enfoque hacia los regímenes de izquierda en América Latina y la percepción de la política interna y los derechos humanos en países como Venezuela.